Después del nacimiento todo se convierte una bola súper gigante de emociones, que sí ya mueve las manitas y sus pies, hasta sus primeras palabras, todo son cambios en los niños. Pero, para nosotras como mamás, una de las cosas que más nos preocupa y nos hace temblar son sus primeros pasos, es en ese momento cuando debemos decir: “cuidado, bebé en movimiento”.
¡Cuidado, bebé en movimiento!
Por:Univision
Primeros dos años y caminatas
Los primeros dos años de nuestro pequeño son sin duda los más especiales para desarrollar la motricidad. Alrededor del año y medio ya estará listo para caminar sin mayor dificultad, es muy probable que ya se trepe a los sillones, sillas y a todo lo que encuentre está en su etapa de exploración.
Las habilidades motoras deben de ejercitarse, esto por supuesto implica que estemos todo el tiempo pensando en que nuestro hijo pueden caerse y lastimarse, las caídas son normales a esta edad, recuerda que bastará un simple descuido para que se caiga, sin embargo podemos ayudarlo a que todo sea mucho más sencillo.
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Cómo estimular el desarrollo motor de nuestro bebé
Espacio seguro
Para evitar los golpes y las caídas del bebé, es muy importante que eliminemos de nuestro hogar todos los objetos peligrosos.
Ver también: Sobrevivir a los primeros dos años del niño
Gimnasio infantil
En la actualidad podemos encontrar muchos espacios para que nuestros pequeños jueguen y convivan con los demás niños. Inscribirlo a un gimnasio infantil lo hará sentirse más seguro mientras desarrolla todas sus habilidades motrices.
Salir al parque
En un parque nuestro bebé tiene un espacio donde moverse y hacer amigos, y las mamás tenemos que permitir que nuestro hijo se sienta libre de explorar.
Salto de la ranita
Las ranas suelen tener una forma muy particular de saltar, podemos animarnos a jugar con nuestro pequeño a imitar el salto de las ranas. Saltar es otra forma de ejercitar su motricidad.
Es muy importante que establezcamos limites a nuestros hijos, enseñarles donde es peligroso trepar nos dará mayor seguridad de dejarlo jugar, pero eso sí, no debemos descuidarnos ya que hay un ¡bebé en movimiento!