Durante los primeros meses luego de haber nacido el bebé no es de extrañar que se le presenten congestiones nasales que le causan diversas molestias difíciles de sobrellevar, las cuales terminan con el bebé moqueando, llorando y hasta tosiendo.
Consejos para evitar la congestión nasal del bebé

Para que este tipo de congestiones se haga presente el bebé no necesariamente debe estar resfriado, y probablemente la respuesta para saber de dónde provienen estas congestiones nasales esté en la manera en la que el bebé se alimenta.
Al recibir alimentación a través del pecho de la mamá o de un biberón el bebé está utilizando la totalidad de su boca, quedándole sólo su naricita para respirar, lo cual le puede causar algunas congestiones. Para evitar este tipo de problemas es importante tener en cuenta algunas recomendaciones.
Ocuparse de que no entre aire frío a la habitación, ventilarla a menudo y prevenir que no entre humo de cigarrillo a ella son precauciones básicas para evitar las congestiones en el recién nacido. Por otra parte también es aconsejable que si el bebé está congestionado lo sostengas erguido y con su cabeza en alto, pues así no sufrirá tanto los efectos de la congestión.
Vía | Webdelbebe









