Lifestyle

Cómo mantener la ingenuidad de los niños

Las madres amamos a nuestros hijos y queremos que permanezcan seguros y a salvo de las personas que puedan ser perjudiciales para ellos, y que puedan de alguna manera destruir su inocencia y su vida misma. Pero al mismo tiempo no queremos asustarlos ni crearles miedos, timidez ni pesadillas. ¿Cómo hallar el justo equilibrio? ¿Cómo podemos protegerlos y enseñarles a protegerse sin hacerles daño?

PUBLICIDAD

Que sepan la verdad sobre la gente

Obviamente, tenemos que educar a nuestros hijos en relación con el hecho de que hay personas que quieren hacerles daño. Tenemos que enseñarles a no hablar con extraños ni siquiera en las redes sociales, incluso cuando los desconocidos parecen ser agradables, a no aceptar pasear con  personas que no conozcan si previamente no los hemos autorizado, a nunca permitir que las personas los toquen de forma inapropiada, y así sucesivamente. Tenemos que enseñarles todos estos hechos porque forman parte de la seguridad misma.

A ese respecto, también les podemos enseñar autodefensa. No como para que castiguen ni maten a nadie, sino para que sepan cómo repeler un agresión y cómo poder huir ante un peligro inminente. ¡Hasta un niño pequeño puede aprender métodos muy útiles para escapar de un atacante!

Aquí hay 5 tips de seguridad que les debes enseñar a tus niños.

Imagen Thinkstock

El valor de la intuición

Además, hay otra manera muy profunda en la que podemos ayudar a nuestros hijos a estar a salvo: su propia intuición. Podemos enseñarles que si en una situación no se sienten bien seguramente no estarán bien. Y que lo que empieza mal o de manera sospechosa de ser malo, no terminará bien.

La mayoría de los niños son muy intuitivos y muchas veces pueden sentir la energía y la actitud negativa de la gente. ¿Y entonces? ¡A correr! Ante la más mínima duda, que griten o se vayan.

Sin embargo, debemos ser cuidadosas y no desestimar su intuición. Por ejemplo, cuando nos dicen “el tío Luis no me gusta” o “ la maestra me trata de manera diferente a los demás”, ni debemos responderles de manera tal que derribemos su creciente intuición. A lo sumo podremos incentivarlos a esperar, a cerciorarse de su opinión a la distancia, sin comprometerse y sin juzgar prematuramente al otro. ¡Pero nada más!

PUBLICIDAD

Por último no deberíamos inculcar a nuestros hijos que algo malo va a sucederles ni que la gente es TODA mala. Deberíamos fomentar en ellos el equilibrio justo entre vivir, evaluar los peligros y protegerse. ¡De eso se trata la vida!

>> Cómo educar hijos emocionalmente fuertes