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Cómo alimentar a un niño quisquilloso

Si estás viviendo una de las etapas difíciles de los bebés entre 2 y 4 años, cuando rechazan toda comida o sólo le chupan el juguito para luego escupirla, no te preocupes; recuerda que son etapas en el desarrollo del niño y tarde o temprano terminarán.

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Para la mayoría de las madres que pasamos por esto, nuestra principal preocupación es sobre la alimentación y nutrición de nuestro pequeño o pequeña, pues nada quieren comer. A veces este problema en la alimentación de los niños empieza desde la introducción de alimentos sólidos y puede durar unos meses para luego repetirse o simplemente permanecer sin interrupción.

Recuerda que cada bebé y niño son diferentes, lo mismo que su percepción y desarrollo. Sin embargo, la mayoría rechazan al alimento por su textura y mientras más pronto se le ayude a aceptar diferentes tipos, tamaños y formas de alimentos más rápido terminarán ese rechazo. Consúltalo con su pediatra y tenle paciencia.

Mientras tanto, te ofrezco un remedio simple que puede ayudarnos a esa preocupación de cómo alimentar a un niño quisquilloso, pues sabemos que un bebé mayor de 8 meses no puede estar sólo a dieta de leche. En mi caso funciona muy bien no sólo por ese gusto delicado de mi niño sino también por problemas con su paladar así que espero igualmente te funcione.

Imagen Thinkstock

Opciones de alimentación para niños quisquillosos

Ya que el principal rechazo es ante los alimentos de gran tamaño o texturas, te recomiendo alimentarles con licuados y jugos. La idea no es hacer de estos su único alimento, aunque como madres sabemos que mientras se soluciona algún problema, necesitamos de remedios inmediatos, así que este método puede liberarnos del estrés causado por ese sentimiento de culpa.

Por la mañana prepara un licuado de fruta y avena. Si aún así rechaza la textura puedes colarlo. Sin embargo, como están acostumbrados a consumir vía líquida y es el primer reflejo que desarrollan, es muy difícil que rechacen el biberón, pajilla o vasito entrenador, así que aprovéchalo al máximo.

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Durante el día sigue intentando alimentarle con trozos o papillas medio machacadas. Si no logras que coma mucho, no te preocupes; a la siguiente toma puedes darle un jugo de varias frutas, así le estarás proveyendo de vitaminas además de hidratarle.

En cada comida intenta nuevamente que el niño coma sólido. Complementa su alimentación con lo que sabes que sí tomará. Las opciones son varias; puedes hacerle licuados de fruta, avena, yogurt a base de leche o agua, malteadas con cereal y chocolate por ejemplo.

Así mientras cumples una etapa completamente normal para tu bebé te aseguras también de tenerlo bien alimentado. ¿Cuál es la comida favorita de tu bebé?