Autoestima en niños

La autoestima es muy importante, tanto en adultos como en niños ya que es la ‘armadura’ que tenemos para enfrentar los desafíos del día a día. En los niños la autoestima permite que puedan manejar los conflictos con mayor facilidad y resistir las presiones negativas ya que los niños con autoestima son realistas y optimistas.

Los niños con baja autoestima sienten mucha ansiedad y frustración frente a un problema y tienen dificultades para encontrar una solución.

La autoestima es el conjunto de creencias o sentimientos que tenemos sobre nosotros mismos, nuestra "auto-percepción”, la cual influye en nuestras motivaciones, actitudes y comportamientos.

La autoestima comienza a formarse desde muy temprano en la vida, por ejemplo cuando un bebé logra hacer algo que no podía experimenta una sensación que refuerza su autoestima.

Por otro lado la autoestima también está ligada con el sentimiento de ser amado, si un niño no se siente querido puede tener una baja autoestima.

Por lo tanto la autoestima es una combinación de ambas cosas, amor y seguridad acerca de las propias capacidades.

La autoestima fluctúa a medida que los niños crecen y se ve afectada por las experiencias del día a día y por sus nuevas percepciones.

Los niños con baja autoestima pueden no querer probar cosas nuevas, y con frecuencia suelen hablar negativamente acerca de sí mismos y tienden a ser muy críticos frente a una decepción.

Los niños con una autoestima saludable disfrutan de interactuar con otros, se sienten cómodos en situaciones sociales y disfrutan de las actividades de grupo, así como actividades independientes.