No puedo negar que siento cierta envidia (sana) cada vez que veo a una mujer que después de dar a luz a sus hijos tiene un cuerpo increíble, incluso mejor que antes de haber sido madre. Pero esa no es la realidad de todas las mujeres del mundo. La realidad más aplastante es que a las mujeres se les queda un cuerpo diferente, que no volverá a ser como el de antes… y que debemos resignarnos a esto.
4 cambios que sufrí en mi cuerpo después de dar a luz

Siempre he pensado que las mujeres somos el sexo fuerte porque no solo soportamos el dolor del parto y tenemos que lidiar con los cambios y síntomas del embarazo, sino que además de todo esto tenemos que hacer frente a la depresión posparto, a los cambios emocionales que las hormonas nos hacen tener y por si fuera poco, aprendemos a tener una autoestima inquebrantable aunque nuestro cuerpo cambie enormemente...
Aparecieron estrías en mi cuerpo

Primero fueron estrías rojas, que intenté controlar con cremas de la farmacia, aceites y todo lo que el mundo me decía que sería buena idea ponerme. No sirvió de nada, siguieron apareciendo más... al final me resigné.
Mi niño al nacer fue un bebé grande y mi piel no pudo soportar todo ese estiramiento y no se pudo hacer nada al respecto, aunque lo intentase. Solo me quedó resignarme y aceptar que cada una de esas estrías tenían un significado muy importante: mi hijo está hoy en mi vida.
Una extraña bolsa en la barriga

Antes de quedar una mujer embarazada puede tener la barriga de muchas formas: más gruesa o menos, más tersa o menos… cada una tendrá una barriga que dependerá de la genética y del estilo de vida que tenga.
Pero después de ser madre se quedará de forma permanente como una especie de “bolsa” muy difícil de hacer desaparecer. Aún no conozco a ninguna mamá que haya podido deshacerse de ella del todo (excepto las mamás con genética envidiable).
Senos caídos

Después de dar el pecho a mi hijo, inevitablemente se quedó más caído. Esto es normal en todas las mujeres, cuando amamantan a sus pequeños el tiempo que sea necesario.
Cambio en la forma del cuerpo

Y sí, el cuerpo me ha cambiado, quizá no lo tenga igual que antes pero no por eso me veo menos bella. Más bien al contrario, me miro al espejo y veo una mujer fuerte, luchadora, con un cuerpo que deja clara la maternidad y todo lo que eso significa… me miro a mi espejo y ME GUSTA lo que veo. ¿A ti te pasa igual?
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