Se la creía erradicada, pero la fiebre escarlata (o escarlatina) está de regreso: la misteriosa enfermedad fue detectada en el Reino Unido, China, Vietnam, Corea del Sur y Hong Kong, ante la mirada atónita de los médicos.
Una enfermedad erradicada hace décadas está de regreso ¿deberíamos preocuparnos?

Los primeros registros aparecieron en 2014 y desde entonces, no paró de crecer: en 2016 se detectaron cerca de 19 mil casos, la mayoría de ellos en escuelas y guarderías. La enfermedad es una infección bacterial causada por un Estreptococo invasivo del Grupo A.
«Si bien los casos detectados en la actualidad no son comparables a los registrados en 1900, se trata del incremento de mayor magnitud desde el siglo pasado», dijo la especialista en epidemias Theresa Lamagni del servicio de salud pública de Inglaterra.
Síntomas de la escarlatina
La misma se manifiesta a través de erupciones en la piel, fiebre, dolores de cabeza, dolor de garganta e inflamación en los ganglios linfáticos. Sin embargo, una de las características principales es la aparición de una « lengua de fresa» en las víctimas.

Si bien uno podría suponer que estos síntomas no son de gravedad para el paciente, esta enfermedad causó más de 36 mil muertes en Inglaterra y Gales durante la primera década del Siglo XX. Afortunadamente, los casos fueron en declive durante la segunda mitad del 1900, al punto de quedar prácticamente erradicada años más tarde.
No hay vacuna para la escarlatina. Una vez contraída, se trata con antibióticos, lo que ayudó en gran parte a la erradicación de la enfermedad. Sin embargo, en los últimos años las bacterias han desarrollado resistencia a estos medicamentos, lo que está provocando el regreso de algunas enfermedades que se creían ya extinguidas.
En este caso en particular, se trata de una nueva cepa que se reproduce más fácil y más rápido que las anteriores, por lo que las autoridades recomendaron permanecer alertas ante los posibles síntomas y consultar a un médico inmediatamente.









