El avance científico y médico en materia de vacunación logró el control –y en algunos casos la erradicación– de numerosas enfermedades que, en muchos casos, pueden llegar a ser mortales. Sin embargo, el creciente movimiento anti-vacunas sigue poniendo en riesgo a menores y adultos en todo el mundo: en esta oportunidad, un niño de seis años fue reportado como el primer caso de infección por tétanos en 30 años en el estado de Oregon, Estados Unidos.
Un niño casi muere por tétanos y sus padres anti-vacunas no quieren inmunizarlo

Qué es el tétanos
El tétanos es una enfermedad grave producida por la infección de una bacteria conocida como Clostridium Tetn que suele vivir en la tierra. Cuando se producen lesiones en la piel, como quemaduras, gangrena, pinchazos con vacunas no esterilizadas o heridas contaminadas con tierra, saliva o excremento, las esporas de esta bacteria ingresan en el cuerpo y producen una toxina (veneno) que causa rigidez muscular dolorosa, cierre de la mandíbula y puede provocar la muerte.
Sin embargo, gracias a la vacuna antitetánica, se trata de una enfermedad prevenible ya que otorga inmunidad en el 99% de los vacunados.

Un niño de seis años contrajo tétanos por no estar vacunado
En el estado de Oregon, un niño de seis años se hizo una herida en la frente cuando jugaba en una granja. La herida no parecía lo suficientemente grave, motivo por el cual sus padres lo curaron en su casa. Seis días después, el niño comenzó a respirar con dificultad y tenía espasmos musculares involuntarios.
Sus padres lo llevaron de urgencia al hospital y los médicos le detectaron tétanos, debido a que el niño no se había vacunado, ya que sus padres son creyentes de que las vacunas provocan autismo en los menores.
Como consecuencia, el niño pasó 57 días internado en cuidados intensivos, sufriendo dolorosos espasmos y rigidez en los músculos de la mandíbula y cuello lo que no le permitía comer ni tragar agua. También permaneció en una habitación oscura durante semanas, donde usaba tapones para los oídos y estuvo expuesto a poca estimulación para evitar empeorar sus espasmos.
Para tratarlo, los médicos le suministraron una dosis de emergencia de la vacuna. Sin embargo, sus padres se negaron a darle una segunda dosis, o cualquier otra vacuna infantil, después de que se recuperó.

Es importante mencionar que a diferencia del sarampión, alguien que pudo recuperarse de tétanos no es inmune y puede contraer la enfermedad nuevamente si permanece sin vacunarse.
El caso fue publicado en marzo de 2019 en el Informe semanal de morbilidad y mortalidad del Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y se trata del primer caso pediátrico de esta enfermedad documentado en el estado desde hace más de 30 años.
Por qué son importantes las vacunas
La pediatra María Varas, Jefa de Departamento Materno Infanto Juvenil Hospital Álvarez de Buenos Aires, explicó a VIX que la vacunación protege a la persona y esa persona inmunizada protege a otros al no enfermarse y, por lo tanto, no contagiarlos. Así cuanta mayor sea la cobertura de vacunas, mayor será la protección de toda la población.
Sin embargo, las crisis de confianza en las vacunas generadas por grupos «anti-vacunas» tuvieron implicancia directa en el aumento de la incidencia de enfermedades prevenibles.

Varas asegura que ninguna investigación seria determinó que las vacunas pueden llegar a generar efectos adversos, sino que, por el contrario, las vacunas actualmente disponibles y aprobadas para su uso en humanos cumplen con los requisitos de eficacia y seguridad necesarios.
La Organización Mundial de la Salud identificó la «vacilación de la vacuna» como una de las 10 amenazas notables del 2019 para la salud mundial.
La vacunación es un derecho y una obligación, motivo por el cual, no debería ser una decisión personal de los padres, ya que se trata de una responsabilidad civil.









