Si perder peso se te está haciendo más difícil de lo que pensabas, quizás tu cuerpo está pasando por una batalla consigo mismo y tú no te habías dado ni por enterada.
Tres factores que influyen en la balanza

Hay muchas actitudes y elecciones que hacemo,s que si bien pueden ser saludables, igual nos dejan con el tablero en cero cuando se refiere a la pérdida de peso.
Y no estamos dándote un diagnostico, sino algunas ideas para que veas si tu cuerpo está atravesando por alguna de estas etapas.
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Factor 1: Tiroides
La función tiroidea es importante para el metabolismo y los problemas de tiroides muchas veces se sufren sin diagnosticar y puede interponerse en tu camino hacia el éxito en la batalla de la pérdida de peso. Lo que pasa es que normalmente no se hacen exámenes de la función tiroidea y a la vez, hacemos muchas cosas que pueden disminuir su función. Algunas medicinas, alimentos que interfieren en la absorción del yodo, hacer dietas muy extremas, consumo exagerado de soja, puede interferir con tu tiroides.
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Factor 2: Comes mucha azúcar "escondida"
Cuando estás haciendo dieta es fácil reducir el consumo de azúcar simplemente quitándola de la mesa. No agregarle azúcar a los platos, cereales, avenas y no comer dulces. Hasta ahí todo muy bien. Pero mucha comida dietética tiene cantidades de glucosa agregada y lo peor es que muchas de ellas están disfrazadas de "comidas sanas. Un buen ejemplo son los yogures, que además de contar con los 12 gramos de azúcar que contiene la leche (lactosa) se le debe sumar el de la fruta (fructosa) y cualquier otro agregado de los fabricantes para darle sabor.
Esto pasa con casi todos los productos procesados. También pasa en gran medida con los productos " fat free" porque al quitarles las grasas, les agregan azúcar para mejorar el sabor. Y en los productos que utilizan sólo fructuosa como endulzante, el caso es peor para tu cintura ya que este azúcar va directamente al hígado, donde se convierte en grasa. También eleva tu gusto por lo dulce por lo que quiere más y no te detienes a pesar de las señales de estar satisfecha.
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Factor 3: El estrés
El estrés es malo, es malo para todo el cuerpo. Pero además juega un papel importante en la pérdida de peso. Cuando estamos estresados se libera cortisol y adenalina, que son las hormonas de respuesta a situaciones de estrés. La adrenalina nos da el impulso necesario para enfrentar el peligro, es el rush de energía que sentimos cuando hay algo que no va bien. El cortisol se ocupa de hacer que esa respuesta del cuerpo se ejecute durante todo el tiempo que dure la situación amenazante. Deja el cuerpo “en alerta“, preparado para reaccionar lo más rápido posible.
Como el cortisol es una hormona de "estrés", ella favorece la movilización de carbohidratos y grasa para energía rápida. Una vez que el estrés se ha superado, el cortisol se mantiene para ayudar a regresar el cuerpo a su estado normal, para esto, aumenta el apetito como un mecanismo para reponer lo que se gastó cuando se dio la respuesta de lucha o huida, también estimula la acumulación de grasa para recuperar las reservas perdidas.
Ver también: 3 trampas emocionales en la guerra contra el peso
Es importante mantenerte alerta con estos tres factores. El primero es médico y debe ser diagnosticado por un médico para que pueda ayudarte a regular la tiroide. Los otros dos factores son más fáciles de identificar, y controlar por ti misma. Lee la información nutricional de tus alimentos y para el estrés, intenta identificar los detonantes para que puedas minimizar su efecto en tu salud y en el cuerpo.






