Existen alternativas cuando percibimos que los sentimientos de afecto o de amor no son suficientes para vivir juntos, y que el recuerdo de tantos buenos momentos de felicidad, de proyectos, de deseos, se transforman en decepciones, insatisfacciones, resentimientos, reproches, desvalorizaciones, exigencias… Hoy te explicamos un poco más sobre la terapia de pareja.
Terapia para parejas, ¿funciona?

¿A quién va dirigida la terapia de pareja?
La terapia concierne a la pareja al completo, confrontada a dificultades de comunicación, falta de escucha, o incomprensión. Pero también a la pareja que sufre por culpa de conflictos incesantes, frecuentes, y a los que no se consigue hacer frente.
Sin embargo, la terapia de pareja no va dirigida únicamente a las parejas en crisis y al borde de una ruptura que pretende ser definitiva. Se puede tratar también de una disfunción pasajera, o de la necesidad de no esperar a estar en el límite del abismo para acudir a una consulta.
Existen situaciones que pueden poner en riesgo a una pareja, y engendrar tensiones, simples o profundas, y provocar la necesidad de consultar o buscar ayuda. La rutina, los hijos, el entorno familiar, los accidentes de la vida (duelo, paro, enfermedad), pero también los avatares de la vida como la jubilación, la llegada o la partida de un hijo…
¿Y qué decir de la infidelidad, de los celos, de los miedos al compromiso por parte de uno de los cónyuges, los problemas sexuales, la falta de confianza en el otro, las situaciones de violencia, de falta de respeto, o simplemente el deseo de hacer las cosas de manera diferente?

El objetivo de la terapia de pareja
Se trata de observar y comprender todas las interacciones instaladas en el seno de la pareja, pero también de la pareja en referencia al medio familiar de origen, considerando el sistema al completo.
El objetivo no es conducir a uno de los miembros a cambiar el otro, sino confrontarse a los modos de relaciones que se han instalado entre la pareja, y reconsiderar el “contrato” de vida firmado entre ambos, para conseguir de nuevo la armonía y la realización de la pareja en su totalidad.
Si las sesiones levantan el velo sobre los mecanismos conscientes e inconscientes que se pueden establecer, y que nutren todo tipo de insatisfacciones y de disfunciones en el seno de la pareja, también están para permitir llevar una mirada diferente sobre lo que se juega en el corazón de la pareja.
Recuperar el diálogo, mejorar la comunicación, diseñar nuevas reglas de vida, aportar flexibilidad, comprender las expectativas íntimas del otro, promover el cambio… la terapia es una experiencia dinámica, con objetivos, e implica el compromiso de las dos partes.
Por ende, se podría decir que si estamos pasando por un mal momento, la terapia para parejas funciona de maravilla. ¿Lo has intentado alguna vez?
Ver también: ¿Cuáles son las terapias alternativas más populares?








