¿Siempre fuiste malo en los deportes? Podrías tener dislexia
La dislexia no solo se trata de confundir las direcciones o cambiar la 'p' por la 'd' al escribir, hay otras señales para identificarla y tratamientos sencillos para estimular la coordinación.
La dislexia es un trastorno en el aprendizaje humano que, usualmente, se identifica en los niños, pero también puede haber señales en adolescentes y adultos.
Popularmente se cree que la dislexia consiste en confundir la orientación arriba, abajo, izquierda o derecha; sin embargo, el padecimiento afecta una región del cerebro que procesa el lenguaje, por lo que afecta la capacidad de leer o hablar al confundir letras y palabras.
En los niños, la dislexia se puede identificar durante los primeros años escolares, pues suelen confundir signos, figuras o tener problemas para identificarlos. También pueden presentar dificultades en la comprensión lectora, en la memoria o al momento de formular respuestas.
Antes de la edad escolar, los niños pueden tardar en hablar, cambiar sonidos en palabras o sílabas que suenan parecidas, problemas para memorizar números o colores, así como dificultad para aprender canciones o juegos de rimas.
En los adultos, la dislexia se puede presentar con lectura lenta o dificultad para leer en voz alta, problemas en deletrear, memorizar, aprender nuevos idiomas o resolución de problemas matemáticos.
Aunque el lenguaje es la manera más común para identificar la dislexia, también se puede presentar con complicaciones en la coordinación o relación espacial de las personas.
Alguien con dislexia puede tener movimientos torpes o bruscos que ocasionan caídas o tropiezos. Esto es acompañado de falta de equilibrio al saltar, andar en bicicleta o caminar en línea recta.
La falta de coordinación entre objetos y movimientos corporales también es otra de las señales; por ejemplo, puede haber dificultades para atrapar un balón o para manejar correctamente los útiles escolares.
La dislexia es un padecimiento hereditario y no tiene cura, pero sí existen maneras de tratarlo. La coordinación y la relación espacial están asociadas al área psicomotriz; por eso existen algunas maneras de tratar la dislexia con actividades que involucran el cuerpo y no solo los procesos de lenguaje.
La psicomotricidad se puede estimular con actividades multisensoriales, que son aquellas que involucran varios sentidos, como la vista con el tacto o el oído con el movimiento.
Algunas de ellas son formar letras en arena o superficies moldeables. Esto permitirá asociar la escritura con el tacto y la vista; además, al formar palabras, también se estimulan los sonidos.
La coordinación óculo manual es otra manera de activar los sentidos con actividades combinadas. Esta se puede desarrollar con juegos que requieran puntería: tiro al blanco, basquetbol, boliche, golf, entre otros.
Al apuntar, lanzar y recibir objetos dentro de un juego, los niños con dislexia tienen mayor coordinación sobre sus movimientos y su cuerpo.
El equilibrio y la coordinación corporal también se pueden estimular a través de juegos que requieran manipulación de objetos y el control del cuerpo sobre ellos. Pelotas, rodillos, conos, circuitos o movimientos con el propio peso ayudan a los sistemas vestibular y propioceptivo.
Las actividades con objetos también sirven para mejorar la noción espacial y tener menos confusión entre direcciones y movimientos corporales.
Aunque existen algunas señales más evidentes que otras de dislexia, solo un especialista; como un psicólogo, neuropsicólogo o neurólogo; puede hacer un diagnóstico adecuado del padecimiento y recomendar tratamientos específicos, según sea el caso.
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