Si tienes buen humor y eres realista tienes 2 de los 6 requisitos para casarte con un príncipe

Muchas mujeres sueñan con ser princesas como las de Disney, pero la realidad es muy distinta. Sí, viven una vida muy privilegiada, pero también tienen responsabilidades y reglas muy estrictas que deben seguir. La historia de amor de Meghan Markle y el príncipe Harry parece salida de un cuento de hadas, pero ella va a tener que cambiar muchas cosas de su vida ahora que se unió a la familia real.

Ya abandonó su carrera como actriz, su sitio web y sus cuentas en las redes sociales para asumir su nuevo trabajo como miembro de la realeza británica. Sí, es un trabajo y no todas pueden hacerlo. De hecho, según una entrevista de Harper's Bazaar con la psicóloga Donna Dawson, hay ciertas características de la personalidad necesarias para ser una princesa moderna.

La psicología de las princesas

Según la experta, estas son las características que una princesa debe tener:

1. Confianza en sí misma: «hoy en día un príncipe es un agente de Relaciones Públicas para la familia real, pasa sus días visitando a las personas y apoyando causas, tanto física como emocionalmente. Necesita una compañera con la que pueda compartir ese trabajo, que no tiene miedo de estar en público constantemente — especialmente en las redes sociales. Sin embargo, confianza para las princesas de hoy también es saber quién es y qué es lo que tiene para ofrecer, y nunca olvidarlo».
2. Diplomacia: «Una princesa que puede manejar a las personas con tacto, mostrarse interesada cuando no lo está, reírse de bromas que no son graciosas, y nunca mostrar irritación es muy necesario en el mundo de hoy. Esto también significa nunca perder la paciencia en público».
3. Una actitud realista: «una princesa nunca debería actuar como una niña malcriada, pero debe sentir empatía por cómo las personas ordinarias viven, compartir sus intereses y demostrar la voluntad de pasar por la austeridad si es necesario».
4. Sentido del humor: «este rasgo es incluso más importante cuando las cosas van mal, ya que reduce el estrés para todos los involucrados. La habilidad de reírse de uno mismo es incluso más entrañable cuando la persona es parte de la realeza».
5. Capacidad de adaptarse: «tener la capacidad de ir con la corriente es muy importante. Esto significa no sorprendente cuando las cosas cambian y sentirse cómoda cuando está sola en un salón con desconocidos».
6. Ser balanceada: «esto significa compartir los intereses de su príncipe, pero también tener los suyos propios; ser capaz de dar y recibir calidez emociones, pero sin ser demandante emocionalmente; y también ser capaz de dar una mano, cooperar y ceder cuando lo necesita, pero sin dejar de ser un individuo».

Las exigencias son muchas y hay que tener un temple de acero para lidiar con los tabloides entrometidos, pero estamos seguros de que Meghan Markle no va a tener problema con su nuevo cargo.

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