Quiero que vuelva la calma

Fortaleza, serenidad y paciencia... son las palabras que me he repetido los últimos días.

Como les conté, las radiaciones parecían ser "pan  comido". Ahora retiro lo dicho, estoy a unos días de terminar y mi piel tiene una quemadura de tercer grado; esto casi me inmoviliza el brazo derecho, no soporto ni tocarme por el dolor y el doctor me prohibió ir a trabajar, hacer ejercicio e incluso dejé de recibir las radios para que mi piel "descansara".

A estas alturas lo único que quiero es terminar, se me ha hecho eterno y cada vez se me hace más... más lento, más doloroso, más pesado.

Hace unos días me preguntaban que qué prefería, si esto o las quimios, mi respuesta en ese momento fue que era la misma friega pero diferente, así que daba igual. Ahora digo que ninguna, no quiero más de esto, ya quiero darle vuelta a la página y pasar a lo que sigue.

Estamos a unos días de las vacaciones de primavera y mis planes de ir a la playa pasaron a segundo plano, así como cambiarme de casa; el animo ha decaído, ya estamos muy desgastados.

Últimamente he visto fotos mías de momentos antes de que todo esto pasara y me ha hecho pensar no solo en que el tiempo se va volando, sino en cómo mi perspectiva de muchas cosas ha cambiado. Ya considero que la vida no es fácil, que somos tan vulnerables como un árbol, un día estás verde y lleno de vida y al poco tiempo eso se esfuma y no eres más que alguien seco, sin color, sin vida.

La parte buena y esperanzadora es que ese árbol volverá a tener hojas verdes y hermosas, y no sólo eso, sus raíces estarán más fuertes, ya no cualquier lluvia que caiga sobre él lo tirará.

Somos como la naturaleza, nuestra vida es un constante ciclo, y creo que entender eso es de las cosas que más me ha costado, la vida no es como uno lo espera, la vida es como una novela que te sorprende en cada capitulo que inicias y en cada uno encuentras un personaje nuevo que te acompaña, mucho o poco tiempo, cada capítulo te sorprende porque no sabes ni como terminará.

Lo único certero es que será una historia llena de emociones, aventuras y aprendizajes. 

No te pierdas: 10 pasos para ser feliz

En estos momentos escucho a Jorge Drexler y comienza esta canción que tanto me gusta, la reescribo porque la vida a veces nos manda mensajes, supongo que para tranquilizar el alma:

"Yo muy serio voy remando muy adentro sonrío

Creo que he visto una luz al otro lado del río 

Sobre todo creo que no todo está perdido

Tanta lágrima, tanta lágrima y yo, soy un vaso vacío

Oigo una voz que me llama casi un suspiro

Rema, rema, rema-a rema, rema, rema-a".