¿Qué es la psicoterapia analítica?

La psicoterapia analítica tiene una indicación más amplia que la cura analítica. Permite aportar una ayuda focalizada sobre ciertos conflictos. Basada en la interpretación verbal propuesta por el paciente, pretende dar explicación a las conductas y los afectos, con el fin de que desparezcan los conflictos. El psicoterapeuta abandona su neutralidad para sustituirse por una imagen parental benevolente y estructuradora. La cura, menos larga que en análisis, se termina cuando el paciente ha adquirido un mejor dominio de sí mismo.

Un poco de historia

Basta con leer a Freud para recordar su definición del psicoanálisis: "un método de tratamiento de los desórdenes neuróticos". Su finalidad no es la cura de los síntomas, sino deshacer el enigma. A partir de entonces, no es posible comparar el psicoanálisis con una psicoterapia, cuya definición se basa en la resolución de problemas del comportamiento y psicológicos encontrados en los pacientes. Aunque ciertamente, las dos corrientes conjugan su visión entorno a la psicoterapia de inspiración psicoanalítica.

El principio

La psicoterapia es un proceso que tiene por objetivo, a través de un acercamiento psicológico, el tratamiento de los síntomas y del desarrollo personal. La versión analítica tiene en común con el psicoanálisis la referencia al inconsciente psíquico y a tomar en consideración sus manifestaciones. Sin embargo, se diferencia en otros puntos, comenzando por el cara a cara, que define una nueva relación paciente-terapeuta, no ya desde la neutralidad, sino desde la benevolencia.

La transferencia puede tener lugar, pero ya no es objeto de una interpretación sistemática. Un dispositivo verbal se crea por el terapeuta, que permite a los efectos dolorosos, a los conflictos y a las fantasías encontrar una modalidad de expresión. Se trata de la verbalización, que en sí misma es terapéutica, el trabajo que hay por debajo y finalmente la interpretación eventual del terapeuta.

El desarrollo de una sesión

La psicoterapia de inspiración analítica cambia de marco, abandona el diván por una conversación verbal cara a cara. La actitud del terapeuta es visible, y envía a una imagen de orden parental que da seguridad y es estructuradora. El terapeuta hace preguntas pero también escucha. Para adentrarse en esta exploración de uno mismo, el paciente habla, verbaliza sus dudas, sus cuestionamientos, evoca sus sueños y sus lapsus de una manera libre.

Al igual que en el psicoanálisis, del que toma los conceptos, el trabajo del terapeuta se basa en el inconsciente, las estructuras del pasado y la interpretación del material verbal ofrecido por el paciente. Las interpretaciones y la imagen enviadas por el psicoterapeuta son los instrumentos fundamentales de la práctica durante una sesión.

Estas son las principales ideas de la psicoterapia analítica. ¿Has asistido a esta terapia alguna vez? ¿Te ha dado buenos resultados?

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