A veces, el sistema inmune identifica como factores nocivos sustancias que en realidad no lo son. Consecuentemente, en el afán de proteger el organismo, reacciona frente a ellas y daña el cuerpo. Esto sucede con la intolerancia al gluten. Así, al consumir este compuesto, el sistema inmune produce sustancias que impiden la correcta absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
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Síntomas

Algunos de los síntomas más evidentes de la intolerancia al gluten son la diarrea y la pérdida de peso. También, puede desarrollarse anemia (resultado de la deficiencia de hierro), pérdida de densidad ósea, sarpullidos, daños en el esmalte dental, dolores de cabeza y en las articulaciones y fatiga.
Tratamiento

El tratamiento más efectivo supone dejar de consumir gluten. Para ello, solicítale a tu doctor un pase para un nutricionista. Él te ayudará a planificar una dieta nutritiva que no contenga gluten. Mientras tanto, ten en cuenta que tendrás que evitar cualquier alimento o bebida que tenga cebada, trigo, sémola, malta o centeno. Recuerda que la cerveza, las golosinas, los frutos del mar, las carnes procesadas, los aderezos y las sopas también pueden contener gluten –así que antes de comprar cualquiera de estos productos, verifica sus etiquetas.
Información recomendada: Alimentos que contienen gluten.
Si confirmas que tienes intolerancia a la gluten, no te desanimes, aprovecha esta instancia para explorar nuevas alternativas gastronómicas. Haz nuevas recetas con carnes frescas, frutas, verduras y productos lácteos sin gluten. Pronto, tu paladar se acostumbrará a estos nuevos sabores y podrás llevar una vida plena y saludable. ¡A por ella!







