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Pequeños cambios en tu dieta pueden ayudarte a vivir más según la ciencia

No hay que subestimar el valor de las acciones pequeñas. Porque, cuando de hábitos alimenticios se trata, pequeños pasos pueden contribuir a regalarnos una vida más larga y plena.

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¿Podrá existir algún día un incentivo más fuerte que ese para al fin mejorar nuestra alimentación?

La importancia de la calidad en la alimentación

Imagen Shutterstock

Los investigadores descubrieron que un aumento del 20 % en la calidad de la dieta estaba vinculado a una reducción del 8 al 17 % en el riesgo de muerte de una persona por un período de 12 años. Y estudios previos ya han respaldado que la calidad de la dieta reduce el riesgo de muerte.

La investigación sostiene que así como las pequeñas mejoras en la calidad de la dieta pueden disminuir significativamente el riesgo de muerte, empeorar la calidad de la dieta puede aumentarlo.

Para el estudio se analizaron datos de cerca de 48 mil mujeres, de entre los 33 y los 55 años, y alrededor de 26 mil hombres de entre 40 y 75 años.

Los participantes completaron un cuestionario exhaustivo al iniciar el estudio y cada cuatro años durante un período de 12 años. Y se les pidió que en él indicaran la frecuencia y el promedio con el que comían ciertos alimentos durante el último año.

Luego se compararon los datos del cuestionario con tres planes de alimentación saludable recomendados en las guías alimentarias para los estadounidenses de 2015.

Los investigadores establecieron puntuaciones y encontraron que quienes llevaban una dieta de calidad durante los 12 años, tenían entre 9 y 14 % menos riesgo de muerte en comparación con los participantes que tenían bajas puntuaciones en la dieta durante ese período.

Los pequeños cambios hacen la diferencia

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El estudio revela que no es necesario conformarse con un plan dietético estricto para alcanzar un patrón de alimentación saludable.

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Lo importante es hacer pequeñas modificaciones y apostar a un mayor consumo de verduras, frutas, granos enteros, nueces y legumbres. También importa reducir la ingesta de carnes rojas y procesadas, bebidas con azúcar, harina y arroz blanco.

Sin duda este representa un GRAN incentivo para cambiar pequeñas cosas que mejoren la calidad de nuestra alimentación, ¿no crees?