En un escenario diseñado perfectamente para que parezca una cancha de fútbol, 12 niños, su entrenador y varios médicos dieron inicio a una de las conferencias de prensa más esperadas en Tailandia y el mundo. Luego de más de 10 días desaparecidos y tras un arduo y largo rescate, los jabalíes salvajes, equipo de fútbol de Tailandia, estuvieron internados en el hospital hasta que los médicos consideraron que era momento de darles el alta. Pasaron una semana y media internados, pero, finalmente, volvieron a dormir en sus hogares.
Los niños rescatados de la cueva en Tailandia creen que su rescate fue un «milagro»: mira su recuperación

Luego de reencontrarse con sus familiares, volver a verlos a todos, pisar de nuevo su hogar y, además, pedirles perdón a sus padres por no haberles contado su idea de entrar en la cueva, los niños dieron una conferencia de prensa.

Duró 90 minutos y las preguntas fueron previamente analizadas por psiquiatras para no dañar la salud emocional de los niños, un aspecto que puede ser más difícil de sanar que las heridas físicas ya dejadas en el pasado.
En la conferencia, los niños se mostraron unidos y con muchas energías. Hubo tiempo para las risas y también para conversar de forma seria y revelar lo que sintieron en la cueva. El primero en hablar fue Adul, el único niño de la cueva que sabía hablar en inglés y que pudo comunicarse con los rescatistas británicos. «Hola» fue lo único que pudo decirles cuando llegaron a la cueva. En la conferencia expresó que cuando los rescatistas llegaron, sintieron que era un «milagro».
Mientras esperaban una ayuda (sin comida y solo tomando agua que caía por las paredes de la cueva), empezaron a turnarse para cavar las paredes y encontrar una posible salida. A su vez, pidieron perdón por entrar en la cueva y explicaron que su idea era estar tan solo una hora, pero las lluvias intensas bloquearon la salida.

«Traté de no pensar en la comida, porque si no me iba a dar hambre», dijo Chanin de 11 años. Cuando lo comentó, sus compañeros se rieron a carcajadas. «El primer día estábamos bien, pero después de 2 días empezamos a sentirnos cansados», explicó Pornachai Kamulang de 16 años.
«Esta experiencia me hizo más fuerte y me enseñó a no rendirme», explicó Chanin. Ake, por su parte, expresó que iba a vivir con más cuidado; Ardun expresó que si bien no puede predecir el futuro, sí entendió que debe actuar de manera deliberada y que entendió las consecuencias del accionar descuidado.

¿Cómo decidieron quién salía primero durante el rescate? En la conferencia explicaron que la decisión se tomó en relación a quién vivía más lejos. Los niños y el entrenador no habían tomado dimensión de la repercusión que tuvo la noticia en el país y en el mundo. Por eso decidieron elegir a los que vivían más lejos para que les puedan avisar a sus familiares. Por otro lado, como el trayecto era más largo, debían estar mejor de salud (y cada día que pasaba en la cueva perjudicaba su salud).
Respecto al rescatista que falleció, los niños expresaron su tristeza: «Estamos impresionados de que Saman haya sacrificado su vida para salvarnos y poder vivir nuestras vidas. Una vez que escuchamos las noticias nos quedamos impactados. Estábamos muy tristes. Sentimos que le causamos tristeza a su familia», expresó el entrenador según la BBC.
Quieren honrar al rescatista fallecido y, además, serán ordenados como monjes budistas ya que en su país es una tradición realizarlo a personas que experimentaron una desgracia.
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