Una mujer embarazada con mala nutrición puede sufrir varios problemas durante el embarazo, todos reversibles en su cuerpo. Sin embargo, en el cuerpo en formación que tiene en su interior, los mismos pueden no tener vuelta atrás, y las consecuencias de ello condicionan al niño para toda su vida.
La importancia de la Vitamina C en el embarazo

Uno de los nutrientes que no pueden faltar durante el embarazo es la vitamina C, el cual con cuya ausencia puede perjudicar seriamente al desarrollo del cerebro del feto según se concluye en una investigación realizada por Kens Lykkesfeldt de la Universidad de Copenhague que se publica en el American Journal of Clinical Nutrition.
Experimentando con animales, Lykkesfeldt y su equipo observaron la incidencia que las deficiencias en vitamina C durante el embarazo tenían sobre los fetos, concluyendo que ello puede tener un efecto muy serio sobre su desarrollo mental, lo cual, traducido a los seres humanos, implica serias dificultades en el aprendizaje.
Los recién nacidos con deficiencia de vitamina C poseen una menor cantidad de neuronas en el hipocampo, la región cerebral encargada de procesar el conocimiento. Estos bebés son, por consiguiente, más susceptibles de experimentar dificultades en el aprendizaje a lo largo de su desarrollo como individuos.
Por ello es importante que las embarazadas consuman alimentos ricos en vitamina C. Las fuentes de vitamina C más importantes son los cítricos, los pimientos verdes, las fresas, tomates, el brócoli, las patatas blancas y dulces.









