Podríamos decir que las adicciones constituyen, en esencia, la "esclavitud moderna". Así lo sugiere la raíz latina de "adicción" y así lo confirma el hecho de que implique la sujeción casi ciega a un elemento ajeno al individuo. Las adicciones son, en definitiva, enfermedades físicas y emocionales fundadas en profundas insatisfacciones. Su tratamiento supone, más que nada, la reconstrucción de la cosmovisión de la vida del enfermo. Este es un proceso muy arduo; por ello, si conoces a alguien adicto, pero no sabes cómo ayudarlo, te regalaremos algunas frases para personas que se están recuperando de una adicción.
Frases para personas que se están recuperando de una adicción

"Cuando señalas a alguien, hay tres dedos que te señalan a ti"

Esta es una frase corta, pero contundente. ¿Quieres que tu familiar deje de enfrascarse en críticas desmedidas? Entonces, regálale estas palabras. Si tienes la suficiente suerte y esta frase hace su efecto, tu ser querido dejará de enfocarse en lo ajeno y podrá tener más tiempo para dedicarle a su propia recuperación.
"El resentimiento es como tomar veneno y esperar que alguien más se muera"

Toda adicción suele venir acompañada de una buena dosis de resentimiento. Ahora bien, no todos tienen la certeza de que este sentimiento es contraproducente; algunos tienen la firme convicción de que con él pueden lograr algo constructivo. Así que si quieres debilitar estos paradigmas, tendrás que valerte de una frase tan poderosa como esta.
"Las expectativas no son más que resentimientos en proceso de construcción"

Dejemos de confundir las "expectativas" con las "metas". Estas palabras no designan lo mismo; de hecho, las primeras suponen esperar y las segundas, actuar. Por tanto, en cierto sentido, son verdaderos antónimos. Así que deja de perder tu vida en la para-nada-dulce espera, y ponte en acción: sé el protagonista y creador de tu vida. Esperar todo de la gente que te rodea solo te causará frustración y resentimientos. ¿Y quien necesita de estos sentimientos para ser mejores personas?
Dedícate un tiempo y reflexiona sobre estas frases. Mírate en su espejo y sé autocrítico. Solo entonces estas palabras habrán adquirido su significado más pleno y podrán ser compartidas con tu ser querido. Y en lugar de despedirme con el clásico "buena suerte", esta vez elijo desearte la traducción de la expresión equivalente en el milenario lenguaje chino : ¡Que puedas dar lo mejor de ti!







