La disautonomía se conoce como un fallo en el sistema nervioso central y aunque afecta de manera muy variada en cada persona, por lo regular se asocia con problemas en el corazón, la circulación y la funcionalidad de otros órganos vitales.
Estos son los PEORES hábitos cuando padeces disautonomía

Después de explicar la extraña y aún inentendible enfermedad, mucha gente me pregunta ¿entonces qué puedes hacer? A lo que me gusta responder que “todo”.
Prácticamente los disautónomos llevamos una vida normal siempre y cuando estemos conscientes de nuestro estado, nos hagamos de hábitos, cumplamos con la medicación y evitemos situaciones que pueden empeorar nuestro estado o desencadenar un problema mayor.
Es aquí donde necesitamos la comprensión de quienes nos rodean pues no se trata de hacernos los difíciles, muchos de estos hábitos marcan la diferencia entre la salud y la enfermedad para nosotros. Por ejemplo:
Te invito a leer: Disautonomía ¿qué es y cuáles son los síntomas?
Estar de pie por periodos prolongados

Este es uno de los peores enemigos de los disautónomos al tener un problema con la circulación y oxigenación de la sangre, estar de pie lleva a un descenso de la presión lo que se refleja desde mareos hasta desmayos lo mismo hay que tener sumo cuidado con los cambios posturales.
Estar en lugares encerrados, aglomerados y calurosos

Cualquier situación que reduzca el poco aire que podemos respirar, eleve la temperatura y provoque ansiedad, es mejor evitar.
Descuidar lo que comemos y bebemos

Si bien la disautonomía se caracteriza generalmente por cambios en la presión sanguínea hay mucho más detrás de esto desestabilizando incluso funciones de órganos como páncreas, tiroides, sistema digestivo, riñones, etc.,
Es por esto que mientras más nos apeguemos a una dieta balanceada mejor pronóstico tendremos, la hidratación va de la mano con el tratamiento de la disautonomía y ésta debe ser con agua y electrolitos. Evitar así alimentos y bebidas procesadas o artificiales.
Exagerar en la actividad física

Tanto una vida sedentaria como excederse en actividad física puede ser muy perjudicial para las personas con disautonomía, es importante mantenerse activos y a un ritmo tranquilo pero constante para no alterar al corazón, activarnos un poco pero a su vez no desgastarnos, muchos disautónomos padecen de síndrome de fatiga crónica.
Vivir situaciones de estrés

He leído donde describen que en una persona con disautonomía el cuerpo está siempre en modo “huída o alerta”, segregamos con facilidad cortisol (la hormona del estrés), el corazón está constantemente agitado así como la respiración, sudamos y nos ruborizamos por cualquier cosa, ahora imagina cómo sería en una situación de verdadero estrés.
Tomar medicamento sin consulta previa
Dado a las múltiples intolerancias y reacciones desconocidas de la propia condición del sistema nervioso autónomo es importante limitar drásticamente el uso de medicamentos y al hacerlo consultar a un médico y que éste conozca sobre el padecimiento.
No hacer caso al presíncope

No, no solo es un mareo que se va a pasar, si sientes que estás a punto de desmayarte es porque tu cuerpo está dando aviso así que hay que tomar las medidas necesarias, recostarse, beber agua, elevar los pies, tomar aire, etc.
No advertir sobre nuestra situación

Pasé años haciéndome la valiente y en mucho dejando de luchar contra aquellos que me juzgaban y no comprendían mi situación lo cual solo empeoró las cosas, vivir con disautonomía es difícil pero más lo es tratar de ir más allá de nuestras posibilidades por pena al “qué dirán”, este es nuestro cuerpo y esta nuestra realidad.
Si tienes hambre come, si estás cansada duerme, si te has mareado detente y sobre todo advierte sobre tu situación para poder recibir la ayuda en caso necesario mientras más comprendamos sobre nuestro padecimiento mejor podemos compartirlo con los demás.
Te invito a saber más en: Platiquemos sobre Disautonomía









