Estos son los ejercicios recomendados de acuerdo con la fase del ciclo en la que te encuentras
Las mujeres vivimos nuestros meses en ciclicidad. Esto significa que al principio de mes es probable que experimentemos un gran entusiasmo por salir a correr y que más adelante sintamos cansancio haciendo la pose del niño en yoga.
Los cambios son más que normales y debemos, en vez de negarlos, abrazarlos profundamente. Hoy te ayudamos entonces a reconocer cuáles son los ejercicios recomendados de acuerdo con la fase del ciclo en la que te encuentras.
Fase folicular
La fase folicular o preovulatoria comienza el día que termina tu período. Se la conoce por ese nombre porque representa el momento en que maduran los folículos en los ovarios y estos, a la vez, se preparan para la ovulación.
Durante esta fase los niveles de estrógeno están bajos y los de cortisol, equilibrados. Se recomienda, entonces, realizar cardio al mediodía o por la tarde. Te sentirás a gusto, más animada y ayudarás a mantener en equilibrio tus hormonas.
Fase ovulatoria
Cuando ovulamos en general contamos con bastante energía disponible. Aprovecha esta fuerza y programa la alarma temprano en la mañana.
Gracias a la testosterona, nos resulta mucho más sencillo que en otras etapas del ciclo ejercitar por la mañana.
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Fase lútea
Durante la primera etapa de la fase lútea o premenstrual puedes continuar realizando ejercicios temprano en la mañana.
Ahora, una vez que te encuentres de lleno en esta fase, puede que te sientas un tanto hinchada. Opta entonces por clases de pilates o yoga que fortalezcan tu cuerpo sin exigirlo en exceso.
Fase menstrual
Transitar por esta fase puede resultar un tanto incómodo para algunas mujeres. Sin embargo, el ejercicio suave es una de las mejores formas de disminuir los dolores o molestias que con frecuencia aparecen.
Te recomendamos, entonces, salir a caminar. Puedes aprovechar la salida del trabajo o simplemente disfrutar un paseo por el parque.
Los cambios físicos y psíquicos que se suceden a lo largo del mes no son al azar. Cada uno tiene su función biológica preestablecida y su razón de ser. Abracemos, entonces, cada fase con la belleza que nos ofrece mes a mes.
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