Enfrentar el fallecimiento de un ser querido nunca es sencillo. No todas las personas procesan el duelo de la misma forma y eso está bien. La cuestión es que tampoco las mismas estrategias le servirán a todos por igual y por ello es necesario conocer las bases de la tanatología, las cuales nos ayudarán a seguir adelante tras la muerte de alguien importante para nosotros.
Esto es lo que la tanatología recomienda para poder despedir a un ser querido
Por:Lilian Pérez
¿Qué es la tanatología?
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La tanatología es el estudio de la muerte desde la psicología. Como señala la Asociación Psicológica Americana, hasta la década de los 60 esta área pertenecía a la teología, por lo que se dedicaba a explorar temas filosóficos y existenciales, como lo que sucede después de morir. Ahora, el enfoque está en los sentimientos de los individuos y la enseñanza de estrategias sanas para lidiar con ellos.
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Fue en 1969 cuando la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross definió las cinco etapas del duelo, de acuerdo con la Enciclopedia Británica. Es probable que hayas escuchado de ellas antes: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Es importante reconocer que estas fases no se presentan de forma regular y en ese orden específico. Es posible regresar a una después de haberla experimentado con anterioridad, que alguna no aparezca o incluso comenzar por la aceptación, sin que esto quiera decir que ya estamos en paz con lo sucedido.
¿Cómo procesar la muerte de alguien cercano?
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La Asociación de Tanatología es clara: no existe una sola manera de enfrentarse a la pérdida. Uno de los primeros pasos es reconocer nuestro contexto personal, lo cual ayudará a explicar por qué nos sentimos de determinada manera. Por ejemplo — según la cultura del lugar en donde se vive — los hombres y las mujeres expresan sus emociones de forma distinta. Además de que la concepción de la muerte cambia en cada país y en cada religión.
Debe tomarse en cuenta la edad del paciente, así como de la persona que falleció, también la relación que existía entre ambos y la causa de muerte. No será el mismo proceso para una madre que se despidió de una hija después de una larga enfermedad, al de un soldado que perdió a su mejor amigo durante la guerra.
Por ello no existe una serie de pasos infalibles que nos curarán a todos por igual. Se trata de un camino personal que no debe ser comparado al de los demás.
El tiempo que le tomará a un individuo sanar después del dolor es indefinido. Algunos lo hacen más lento, otros más rápido, y cualquiera de los dos escenarios está bien, si se lograron de forma sana. Lo esencial es no tratar de apurarlo. En lugar de ver este proceso como una línea, debe considerarse como un ciclo y, cuando nos sintamos atrapados en una de sus facetas, lo mejor es buscar ayuda profesional.
Existen diferentes acciones para lidiar con el dolor. Por ejemplo leer, escuchar música, hacer ejercicio, salir con los amigos y comer alimentos saludables. Cada estrategia dependerá de la personalidad de cada quien, pero notarás que todas ellas tienen en común el factor de cuidarse a uno mismo. Por ello, métodos como el aislamiento o el uso de drogas no alivian el problema a largo plazo.
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La Universidad de Texas en Austin señala que es vital dejar que nuestras emociones fluyan, incluso aunque las consideremos negativas y prefiramos no sentirlas. Es posible que nos frustremos al percibir que seguimos en un lugar oscuro, pero enojarnos con nosotros mismos sólo empeorará la situación. Ser paciente con nosotros es vital y reconocer lo que nos pasa es el primer paso hacia la curación.
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Si en este momento tú o alguien cercano a ti se encuentra en proceso de duelo, te invitamos buscar a un psicólogo o a un experto en tanatología. Ignorar los sentimientos no es sano para la salud emocional, por lo que es recomendable hablar de ellos, ya sea en terapia individual o grupal.
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