La comida es más que solo combustible para el cuerpo: es entretenimiento, cultura y, a veces, un alivio. Muchas personas terminan un día estresante con una hamburguesa o un helado, porque comer puede servir para calmar los nervios y la ansiedad. Pero si esto se transforma en un hábito, puede resultar perjudicial para la salud.
¿Estás engordando por ansiedad? Las señales que te delatan y la mejor forma de prevenirlas

Comer de más por nervios y ansiedad puede generar una relación poco saludable con los alimentos. Por tanto, si eres de los que come motivado por su ánimo, las buenas noticias son que no estás solo y puedes dejar de hacerlo.
Señales de que comes por ansiedad

Comes con prisa y sin pensar
Según la edición española de la revista Glamour, a esto se le llama « síndrome del picoteo», una manera de comer que sirve para distraer la mente, pero no ayuda al estómago. En este sentido, además de que puede invitarte a abusar de la comida, esta práctica también puede ocasionarte indigestión o gastritis.
No saboreas tu comida
Comer también es un placer, pero si lo haces de forma tan voraz que ni siquiera te detienes a saborear lo que tienes en la boca, puede que tu motor sea la ansiedad. Según una entrevista de la revista con la nutricionista María Isabel Beltrán, este hábito es una señal de que estás sufriendo de una «compulsión alimentaria», es decir, que buscas placer y gratificación a través de la ingesta excesiva de alimentos. Además de que puede hacerte engordar, también puedes sentir culpa o vergüenza después de comer demasiado y sin pensarlo.
Comes sin hambre ni ganas
Según la experta, «estos síntomas pueden ser parte de cuadro más grave, de crisis bulímica, y suele ser reflejo de querer llenar un vacío y liberar una tensión interna. Las consecuencias son preocupantes, pues esta forma de comer deja al cuerpo sin determinados nutrientes que acaban afectando a las conexiones neuronales».
No comes o lo haces de manera indiscriminada
Los desórdenes alimenticios pueden ser señal de depresión. Si sientes apatía o falta de apetito puede ser porque estás pasando por un momento duro y necesites ayuda profesional.
¿Qué puedes hacer?
Hay varias formas de dejar de comer por ansiedad, una de ellas es adoptando la alimentación consciente en tu vida. Se trata de una tendencia inspirada en el budismo que consiste en apagar todos los dispositivos electrónicos y comer lentamente y en silencio. Simplemente te tomas tu tiempo para masticar y saborear los alimentos y, en el proceso, te liberas del estrés y la ansiedad.
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