El 19 de octubre se celebra el Día Contra el Cáncer de Mama, como recordatorio del compromiso que tenemos toda la sociedad en la lucha contra este padecimiento.
¿En verdad funciona el "octubre rosa" contra el cáncer de mama?

Últimamente no solo lo vemos ese día, sino que todo octubre se torna de rosa; alrededor del mundo vemos que personalidades, así como la iniciativa privada y pública portan el listón rosa; hay edificios iluminados de ese color y múltiples campañas empresariales que benefician a las asociaciones que contribuyen a aumentar la prevención, detección y atención de esta enfermedad.

Todas esas iniciativas me parecen fenomenales, pero no las considero suficientes, nunca nada será suficiente y mucho menos para una enfermedad por la que mueren 15 mujeres cada día en el mundo. ¿Cuanta gente quisiéramos tener la receta para evitarlo, pero no la tenemos?
Siempre me han conmovido los días a favor de, pero ahora este tiene un significado especial para mí, creo que tiene que ir más allá de la "fuerza rosa". Yo le apuesto a la educación y más en un país como el nuestro, donde conocerse y tocarse prácticamente es un tabú. Entre más concientización vemos, se sabe que más mujeres lo padecen, entonces ¿qué pasa con esas campañas, no están cumpliendo con su verdadera función?
En mi experiencia, se necesita más que llevar una vida sana para prevenir el cáncer de mama. Si nos vamos por los genes, se cree que menos de un 10% de los casos ocurren en mujeres con mutaciones hereditarias, lo que me lleva a pensar: ¿qué factores del modo de vida de las mujeres acrecientan las probabilidades?

Si nos vamos por el lado de la educación, las tasas de detección del cáncer de mama son inferiores en los países pobres, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Definitivamente hay algo en el modo de vida de las mujeres de países desarrollados que desata ese crecimiento inexplicable. Y mencionaré algunos.
La obesidad y el consumo de alcohol. Ambos elevan las concentraciones sanguíneas de hormonas y ese podría ser el mecanismo por el cual aumenta el riesgo de cáncer de mama. La reproducción puede arrojar más luz sobre las variaciones mundiales del riesgo de cáncer de mama.
Según la OMS, "las tasas son bajas en partes de África porque las mujeres empiezan a tener hijos cuando son muy jóvenes, tienen varios y los amamantan por un tiempo más prolongado".
También es probable que tener hijos disminuya el riesgo porque reduce la exposición de la mujer a los estrógenos. "Cuantos más ciclos menstruales tiene la mujer en su vida, mayor es el riesgo de cáncer de mama, cada vez que una mujer se embaraza, deja de tener nueve o 10 ciclos menstruales".

¿Algún otro factor? Sí, los tratamientos hormonales y los anticonceptivos orales, ambos fuente de estrógenos, así como los desodorantes, protectores solares, cosméticos, materiales de embalaje, plaguicidas y prótesis dentales, pues se ha comprobado que simulan, amplifican, alteran e incluso bloquean los efectos de los estrógenos, hormonas que, entre otras cosas, regulan la secuencia y el momento del desarrollo de las mamas.
Y claro, sin olvidar el estrés y estado anímico y emocional que vive día con día una mujer. Ahora bien, no creo que teniendo todos estos factores tengamos que vivir con miedo, yo nunca lo tuve y lo padecí, más bien, no solo en octubre recordemos que tenemos mamas, porque ya una vez que lo padeces la lucha pasa a ser diaria.








