Los hijos únicos debemos escuchar los mismos comentarios a lo largo de nuestra vida: "¿Nunca echaste de menos tener hermanos", "seguro que siempre te sentiste muy solo" o, mi favorita, "seguro que tus padres te lo consintieron todo".
Cuando te digan "¿Nunca echaste de menos tener hermanos?", recuerda las 6 ventajas de ser hijo único

Lo cierto es que, en mi caso, nunca me pregunté cómo sería tener hermanos, la soledad fue incluso un beneficio de cara al futuro y no me consintieron pero, especialmente, también podría contaros estos beneficios de ser hijo único.
1. No hay comparaciones

Uno de los grandes problemas de la sociedad actual reside en comparar constantemente. "Tu hermano se ha graduado como ingeniero y tú, bueno, quieres estudiar filosofía", "tu hermana ya se ha mudado a un chalet" o "tus hermanos no cometieron tus mismos errores". Y la pregunta es: ¿Y? ¿No es mejor crecer libre de comparaciones respecto a esos hermanos cuyas vidas no tienes por qué seguir?
Muchos padres pretenden inconscientemente convertir a sus hijos en pequeñas copias, tantos suyas como entre sí, un problema quizá algo infravalorado en tiempos en los que ser uno mismo es más necesario (y posible) que nunca.
2. Niños imaginativos

No sé si se debió a la ausencia de hermanos o no, pero lo cierto es que desde pequeño comencé a utilizar la imaginación muy pronto: pintaba, escribía o creba guirnaldas con papel para decorar el salón.
Constantemente había algo que hacer con lo que llenar los tiempos muertos en los que no había hermanos con los que jugar (o pelearse). Y creo que no soy el único hijo al que le ha sucedido.
3. Independencia

Apoyarse en los hermanos constantemente hace que, posiblemente, vayas atrasando esa situación en la que te desenvuelvas por ti mismo.
Cuando eres hijo único aprendes antes a estar solo y a no necesitar a esos hermanos que forman una mayor zona de confort. Esto, con el tiempo se traduce en una mayor independencia; sin duda.
4. Relación más directa con los padres

Cuando un niño ve que su hermano lo hace todo bien y sus padres le prestan más atención, lo lógico será que éste alargue distancias con ellos. Lo mismo ocurre cuando, al tratarse de muchos hermanos, los padres no pueden dividirse de igual forma entre todos en ciertos momentos.
Esto no quiere decir que los hijos únicos sean más consentidos o no (esto ya depende de los padres) pero sí es innegable que el lazo con los progenitores es más directo, tanto para lo bueno como para lo malo.
5. Mayor pacifismo

Conozco al hijo menor de una familia de siete que al crecer seguía enfurruñado porque ya no tenía las mismas atenciones de cuando era "el pequeño de la casa".
También conozco a hermanos cuya constante rivalidad respecto a juguetes, parejas o estudios han impedido una relación más transparente.
El hijo único no conoce esta constante competencia, y por lo tanto será más pacífico cuando crezca, ya que al contrario de lo que muchos piensan, sus padres también le habrán enseñado a compartir y a afrontar los problemas sin compararlo constantemente con las acciones de sus hermanos, lo cual puede incrementar la competitividad en el futuro.
6. Mejores amigos

Un niño con hermanos siempre tendrá aliados después del colegio; el hijo único no tanto. De ahí que la sociabilización con otros niños desde bien pequeño permita a los hijos únicos tener grupos de amigos más solidos durante la infancia y, seguramente, durante la adolescencia. En mi caso, al menos, conservo buenos amigos (que no conocidos) desde los 4 años de edad.
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Estos 6 beneficios de ser hijo único rompen los estereotipos de aquellas personas con ideas demasiado fijas en cuanto a lo que no tener hermanos simboliza.
Por otra parte, este artículo no pretende generalizar sobre quienes tienen hermanos o no, sino simplemente extraer vivencias propias y demostrar que no todo es como nos contaron ni nada es tan blanco... ni tan negro.









