Cuando el sufrimiento tiene un propósito en nuestra vida

Ayer estaba investigando para escribir un artículo sobre qué es lo que tus músculos están tratando de decirte, cuando llegué a una información que no sabía y que me sorprendió. ¿Sabes cómo es que se aumenta la masa muscular? Cuando hacemos ejercicio los músculos sufren micro-desgarros, que luego el cuerpo repara y eso es lo que crea masa muscular.

De pronto muchas cosas tuvieron sentido en mi vida. Porque si hay algo difícil de entender es el porqué del sufrimiento. Muchos lo atribuyen a entidades negativas (demonios, el Diablo), otros a la maldad humana, mientras que otros creen que es un castigo por acciones negativas cometidas en el pasado (karma). 

Sin embargo, para mí tiene una explicación mucho más simple: es el mecanismo que tiene la vida para hacernos crecer. Para entenderlo, imagina que la vida fuera fácil, realmente fácil. Que nada “malo” o “negativo” nos pasara. Que la vida se tratase de estar de vacaciones en el Caribe por 70, 80 o 90 años. ¿Qué sentido tendría la vida? ¿Qué aprenderíamos si no tuviéramos que esforzarnos para sobrevivir, para alcanzar nuestros sueños, para superar nuestras pérdidas o un comienzo desventajoso en la vida?

Sé que muchas personas realmente sueñan con retirarse a vivir en una isla del Caribe y no hacer nada más el resto de su vida, disfrutando de una vida cómoda y libre de problemas. Pero piensa esto por un momento: hay miles de millonarios que tienen la oportunidad de hacerlo (piensa en las estrellas de cine, los músicos, los deportistas exitosos, los empresarios), y sin embargo muy pocos lo hacen. ¿Por qué?

Porque los seres humanos no estamos diseñados para eso. Tenemos grabado en nuestro ADN la necesidad de perseguir algo, de desear cosas y luego esforzarnos por conseguirlas. Pocos pueden simplemente sentarse y no hacer nada con su vida. Y el esfuerzo, como en los músculos, genera sufrimiento, físico, mental y/o emocional que nos lleva a crecer en todo sentido. 

Por qué hablar del sufrimiento en este momento

En las últimas semanas hemos tenido muchos aspectos a Quirón, el asteroide que representa nuestra herida más profunda y que nunca termina de sanar, pero justamente porque estamos trabajando en ella constantemente es que resulta ser una fuente de sabiduría, para nosotros y para ayudar a otros a través de nuestra experiencia.

Y el dolor se ha estado haciendo muy presente en estos últimos días, probablemente tocando tu fibra más sensible, la herida que más duele. Lo sé no solo por las alineaciones astrológicas, sino porque lo he visto en la gente que me rodea, así como también me ha tocado vivirlo en carne propia. Tanto dolor que no tengo palabras para describirlo. 

¿Qué sentido tiene todo este dolor en la vida? ¿Por qué tenemos que sufrir tanto? Porque muchas veces no se trata solo de nuestro sufrimiento, sino de ver sufrir a gente que amamos, lo que añade sal a la herida y lo hace más difícil de entender y aceptar.

Pues aunque no sé si saberlo te traerá consuelo (para mí lo es), el propósito del sufrimiento es hacernos fuertes y sabios en un área específica de la vida. Tu misión en esta vida requiere que seas muy pero muy fuerte en esa área, y que desarrolles mucha más sabiduría y tolerancia en esos temas. ¿Cómo hacemos eso? Al igual que con los músculos: sufriendo pequeños desgarros en el alma, que al reparar la hacemos más fuerte y resistente. Y sabia. 

Si observas tu vida con detenimiento, te darás cuenta que gran parte del sufrimiento que has sufrido ha sido más o menos en las mismas áreas y sobre los mismos temas. Y lo más probable es que si observas tu carta natal descubras que por allí está Quirón, tratando de hacerte más sabio y fuerte, por tu bien y de quienes te rodean. 

Ante el sufrimiento tenemos dos opciones: sentirnos miserables y ponernos en el papel de víctimas, o hacernos más fuertes y poner esa sabiduría duramente adquirida a nuestra disposición y la de otros. Porque como todo en la naturaleza, nada se desperdicia y todo está diseñado con un propósito. Y el sufrimiento también tiene un propósito en tu vida; depende de ti aprovecharlo o no.