Conoce la historia de Jesse Owens, el atleta que superó los prejuicios raciales

Reanud Lavillenie volvió a recordar esta historia, ¿qué te pareció su declaración?

1936, una fecha que el atleta estadounidense Jesse Owens nunca olvidó y que tampoco la olvidaremos nosotros. En los Juegos Olímpicos de Berlín de ese año, Owens ganó cuatro medallas de oro -en 100 m, 200 m, 4x100 m y salto largo- pero, además, rompió e igualó récords olímpicos y logró  tres récords mundiales. ¡Vaya Olimpíadas para él!

Derribando prejuicios

Pero no fue solo eso, él no solo demostró lo grandioso que podía ser en atletismo. Demostró algo más, nos enseñó al mundo algo muy importante que quizá recién ahora descubrimos su magnitud. En ese momento, Hitler quería probar la teoría de que la “raza aria” es superior a las demás. Sin duda, Owens con todas sus medallas y sus récords demostró que eso no es así.

La superioridad no está en ninguna raza, todos somos diferentes pero estamos en el mismo nivel. Nuestro objetivo no debería ser superar a una raza o a una persona, sino superarnos a nosotros mismos. Y eso se consigue con trabajo.

En esos Juegos Olímpicos, Estados Unidos ganó 11 medallas de oro, 6 de ellas fueron ganadas por atletas afrodescendientes. La teoría de los nazis se vió cada vez más refutada, pero en ese entonces pareció que nadie quiso escuchar lo que las Olimpíadas estaban diciendo.

La vuelta de un campeón, rechazado

Luego de semejante performance en las Olimpíadas de 1936, Owens volvió a Estados Unidos. Quizá esperando que como a todos los demás, lo reciba el Presidente Roosevelt y lo felicitáse, pero eso no sucedió . El atleta no fue reconocido hasta 1976 -cuatro años antes de su muerte-, cuando el Presidente Ford le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad, un reconocimiento civil muy importante en ese país.

Más allá de los abucheos que recibía en los estadios, al volver a Estados Unidos, Jesse Owens manifestó que fue Roosevelt quien lo menospreció y humilló, y no tanto Hitler. Incluso, explicó que tuvo un pequeño saludo con el líder nazi, no así con el presidente de su país.

Recordando el pasado

Los Juegos Olímpicos Río 2016 nos han dejado grandiosas lecciones. Muchas barreras se han traspasado, la solidaridad afloró y diversos atletas nos dieron grandes enseñanzas. Sin embargo, en algunas ocasiones, ciertos atletas y personas del público no han demostrado su mejor cara. Por el afán del pueblo brasileño de ganar medallas y condecorar a sus atletas, han agredido a otros atletas de diferentes países.

En la noche del lunes 15 de agosto, se realizó la competencia de salto con garrocha. Renaul Lavillenie, atleta francés, era el actual campeón olímpico. Ya en los últimos saltos de la competencia en Río 2016, la medalla de oro se disputaba entre él y el atleta brasileño Thiago Braz da Silva. Cuando ya Braz da Silva había superado el récord mundial, a Lavillenie le quedaba una sola oportunidad. El estadio no paró de abuchear y de gritar, en su rostro se veía la tristeza, la incomodidad y la decepción de tener que jugar así. No pudo, y Braz da Silva ganó, justamente, su medalla de oro.

Luego de terminada la competencia, Lavilleine declaró ante los medios que el público de esa noche se parecía mucho al de los nazis durante los Juegos Olímpicos de 1936 frente al campeón Jesse Owens.

Ser comparados con los nazis no les causó ninguna gracia a los espectadores, y al siguiente día, durante el podio se lo recordaron. Lavilleine lloró en el podio, seguramente ese día no será recordado gratamente. El campeón olímpico actual, levantó los brazos en señal de disconformidad con lo que su pueblo estaba haciendo.

Sin duda, no fue una comparación agradable. Creo que tuvo un gran error y declaró en caliente. Sin embargo, este desencuentro entre atletas y espectadores puede darnos una lección. Si bien Río se caracterizó por tener momentos emotivos y llenos de solidaridad, muchos jugadores se han quejado por el mal trato que reciben por parte de los brasileños.

¿Queremos que un atleta que nos represente gane? ¿O queremos que los demás pierdan? Hay una gran diferencia… ¿qué opinas?

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