El diente de león es una planta muy característica por su fruto, que se va despeluzando cuando el viento sopla, y sus flores amarillas. Se utilizan sus hojas y raíces con fines medicinales y también en la cocina. Hoy queremos enseñarte cómo hacer vinagre de diente de león y contarte sobre todas sus propiedades para la salud.
Cómo hacer vinagre de diente de león

Cómo usar el vinagre de diente de león
El vinagre de diente de león se suele utilizar en la cocina escandinava como aderezo para ensaladas verdes, aunque también podemos añadirlo a carnes, salsas o cualquier otro plato de comida que se nos ocurra.
El diente de león es un excelente tónico para el hígado, ya que alcaliniza el cuerpo y ayuda a que lleguen todos los nutrientes necesarios a la sangre. Al hacerse un vinagre, se convierte en un gran tónico para la sangre también.
Si tenemos una dieta rica en carne, carbohidratos, azúcar, alimentos procesados y grasas, nuestro cuerpo creará un entorno ácido necesario para que prospere la inflamación, las bacterias y los elementos que hacen crecer a las células cancerígenas hasta convertirse en un tumor. Mientras más alcalina sea la dieta, más difícil será que nos enfermemos, y ahí es donde entra en juego el vinagre de diente de león.
Por si fuera poco, este vinagre es rico en minerales, se ha comprobado que es bueno para tratar la diabetes de forma natural y cura las picaduras de medusa.
Ver más: ¿Para qué sirve el diente de león?
Receta de vinagre de diente de león
Hacer vinagre de diente de león es muy fácil, aunque debemos tener en cuenta que solo debemos utilizar plantas que estén libres de pesticidas y que no hayan sido expuestas a contaminantes. Lo ideal es recogerlas a principios de la primavera, antes de que las flores se comiencen a desarrollar completamente.
Otra opción para no quedarnos sin este vinagre durante todo el año es utilizar las raíces y hojas de la planta durante los meses de invierno, aunque el resultado puede que no sea exactamente el mismo.
Necesitarás los siguientes ingredientes:
- 250 gramos de flores de diente de león
- Sidra de manzana de buena calidad, vino blanco o vinagre de vino blanco
- 1 recipiente de vidrio con cierre hermético
Colocar las cabezas de diente de león en el recipiente, verter el líquido suficiente como para taparlas. Si estamos usando las raíces, lavarlas bien con agua para sacar la tierra y luego cortar en trozos un poco más pequeños. Cubrir y guardar en una alacena oscura y fresca durante al menos un mes. Si quieres evitar que se genere moho en la tapa, puedes utilizar un papel de seda entre esta y el recipiente.
Utilizar un colador fino o filtro de café para separar los sólidos de los líquidos y traspasar a un recipiente limpio.
Ver más: La dieta del vinagre
¿Has probado alguna vez a hacer el vinagre de diente de león? ¿Cómo sueles consumir este vinagre?









