Nadie duda de que, por más que nos pese, las patatas fritas y las hamburguesas doble queso son comida chatarra. Pero, los límites entre esta y los alimentos saludables no son siempre tan claros. Por ello, y para evadir opciones gastronómicas engañosas, es aconsejable que nos iniciemos en el arte de la nutrición y sepamos cómo darnos cuenta de que un alimento es saludable.
Cómo darse cuenta de que un alimento es saludable


#1 Lee la etiqueta
Como bien sabrás, la etiqueta de los alimentos contienen lo que se llama " tabla nutricional". Esta contiene una serie de términos y cifras extrañas que hoy te ayudaremos a descifrar. Así, podrás averiguar si lo que tienes entre manos es digno de ser llevado a tu boca.

#2 Verifica las calorías
Primero que nada, échale un vistazo a la "cantidad de calorías por porción" que aporta el alimento. Verifica cuántas de ellas provienen de las "grasas totales". En general, en la comida chatarra, la carga calórica proviene fundamentalmente de la grasa. Contrariamente, la comida saludable es baja en calorías y en grasas.

#3 Analiza los tipos de grasa
Las porquerías alimenticias suelen ser muy abundantes en las grasas perjudiciales para la salud, es decir, en grasas trans y saturadas. Así que procura evitar las comidas que las contengan en grandes proporciones. Ten en cuenta que lo recomendable es que las grasas trans representen menos del 1% del total de las calorías ingeridas a diario. Por otro lado, las grasas saturadas no tendrían que superar el 10% del total de las calorías diarias.

#4 Observa el sodio y el colesterol
Los valores referentes al sodio y al colesterol del alimento tampoco pueden ser pasados por alto. Cuanto más altos sean estos valores, más probable será que se trate de comida chatarra. Por tanto, ten presente que si tienes una dieta diaria de 2.000 calorías, no deberás superar los 200 miligramos de colesterol y los 2.400 miligramos de sodio.

#5 No pases por alto el azúcar
La comida chatarra suele aportar cantidades significativas de azúcar agregada. Esta puede adoptar diversos nombres: jarabe de maíz, maltosa, dextrosa, miel o concentrados de jugos de frutas. Así que mira más allá del término "azúcar" y considera también todas estas denominaciones extravagantes.
Así que antes de introducir un producto en el carro, considera todos estos datos. Y recuerda: los componentes más abundantes aparecen siempre primero. Por tanto, si el azúcar, la sal o la grasa se encuentran en la parte superior de la lista, ya sabes que en tus manos tienes un "alimento" chatarra.









