La dieta de los atletas olímpicos es uno de los aspectos de sus vidas que más determina su rendimiento.Por este motivo, ellos se asesoran muy bien con especialistas de la alimentación, quienes les aconsejan cuáles son los mejores hábitos que pueden adoptar de acuerdo a sus exigencias físicas.
¡Basta de esperar milagros! Estos son los cambios REALISTAS que debes incorporar según un dietista de atletas olímpicos


Jason Machowsky es uno de estos especialistas y trabaja como dietista deportivo en el United States Olympic Committee Sports Dietitian Registry. Para realizar su trabajo, se enfoca principalmente en optimizar el rendimiento y la recuperación de los atletas a través de la comida.
A continuación, podrás ver algunos tips realistas sobre cómo cada uno de nosotros puede adquirir hábitos alimenticios saludables y nutrir nuestros cuerpos según este reconocido especialista.
¿Qué es la comida?

En primer lugar, es muy importante cambiar nuestra percepción de la comida. Es imprescindible que la concibamos, en primer lugar, como el medio para nutrir nuestro organismo y preservar su salud. Desde esta perspectiva, es fundamental estar más al tanto de los nutrientes de lo que introducimos en nuestra boca, así como también de sus beneficios.
Pero, ¡ojo! Estar demasiado enfocado en comer solo lo que es sano para nuesto cuerpo a veces puede conducir a trastornos alimenticios y obsesiones que pueden ser muy perjudiciales tanto para el cuerpo como para la mente.
¿Qué es lo ideal, entonces? Lograr un equilibrio entre lo que nutre nuestro cuerpo y lo que no, pero nos gusta, y por sobre todo aprender a amar lo que nos hace bien. ¡Te aseguro que es un proceso tan duro como gratificante!, y los atletas son los mejores testigos de ello.
¿Hábitos para incorporar?

De acuerdo a Machowsky, trabajar con deportistas resulta un poco más fácil que hacerlo con otras personas. Esto se debe a que ellos saben lo que quieren y se fijan una meta clara; esto simplifica el panorama y los ayuda a tomar mejores decisiones.
Con el resto de los mortales, el problema en muchos casos es que comenzamos una dieta pero no fijamos ninguna meta clara, y eso termina frustándonos la mayoría de las veces. Es necesario olvidar la palabra "dieta" y pensar en nuevos hábitos, un cambio que sea a largo plazo y no con fecha de vencimiento. Solo así es posible disfrutar de un cambio duradero.
¿Entonces? Cambiemos nuestra percepción de la comida, adquiramos el compromiso de conocer lo que llevamos a nuestras bocas. Establezcamos metas claras y aspiremos a cambios sin fecha de vencimiento. Dejemos de obsesionarnos con las dietas que prometen resultados mágicos: no valen la pena. ¡Y eligamos día a día vivir en movimiento!









