Por fin llegó el día, por fin termine el tratamiento y por fin me siento liberada del cáncer. Ahora viene lo bueno, lo sé, lo siento.
Adiós, cáncer


Hoy es el día siguiente de mi celebración por haber concluido satisfactoriamente este ciclo y mañana retomo mi trabajo al 100%. Estoy feliz y agradecida con todas las personas que me acompañaron en este proceso tan pesado pero que ahora me sabe a gloria; una amiga me dijo que nunca me había visto tan feliz y creo es cierto, así me siento: muy feliz.

En estos días he estado pensando mucho en todo lo que fue, lo que viví, las personas que conocí, las que se bajaron del barco, con lo que me quedo y con lo que dejaré ir.
También pienso en lo que vendrá: ¿Qué haré con esta experiencia de vida? Aún no lo decido.

He pensado mucho en todo lo que vi y sentí, abrí los ojos a una realidad no muy lejana, a una realidad jodida que miles de mexicanos viven a diario, me tocó conocer a mujeres -muchas- que al día siguiente de la quimio tenían que ir a trabajar sí o sí, cuando yo tuve la oportunidad de no hacerlo y pensar solo en mí.
Abrí los ojos y me di cuenta de que miles de niñas se convierten en mamás; a ninguna de ellas las vi con su pareja, todas iban acompañadas de la mamá o tía o abuela.
Atenderme en una institución pública me abrió los ojos a una realidad mexicana que sé que existe pero en esta ocasión no estuvo lejana a mí, es más, fue parte de mi realidad.
Hoy gracias a la vida le digo adiós a otro ciclo más, uno que será parte de mí, es más bien una despedida a la situación; le digo adiós a tanto batallar, le digo adiós al tratamiento, pero sobre todo le digo adiós al cáncer y felizmente doy gracias por todo, gracias, infinitas gracias.
Estefanía Hernández es comunicóloga, veinteañera, baila tap y se preocupa por el medio ambiente. En junio de 2014, Tefy recibió la noticia de que tenía cáncer de mama, una enfermedad que por lo regular afecta a mujeres mayores de 45 años, según la Secretaría de Salud de México. Lee más sobre ella.








