5 razones por las que correr no te está ayudando a adelgazar
Cualquiera ha tenido esos días en los que decimos «necesito comenzar a ejercitarme» o «no estaría nada mal perder unos kilos». Ya sea por cuestiones de salud o por sentirnos más cómodos, es importante tener presente que el ejercicio es uno de los pilares de una vida saludable.
Y una de las formas de ejercicio más comunes y prácticas que existen es salir a correr: fácil, muy económico y (si lo hacemos adecuadamente) muy efectivo.
Ahora bien, ¿correr es acaso tan simple como creemos? Es probable que al igual que varias personas, te hayas decepcionado al ver que no obtienes los resultados que deseas. Y si todavía no encontrabas la respuesta, a continuación pueden estar las razones:
No varías en tu entrenamiento
A pesar de que la consistencia siempre es necesaria, en este caso, si acostumbramos a nuestro cuerpo a determinado entrenamiento, el efecto y el impacto que tendrá será cada vez menor. Al comienzo sentirás el esfuerzo, pero se volverá cada vez más fácil porque tu cuerpo se adaptará.
Y esto implicará que realices una quema de calorías menor con la misma frecuencia.
Los extremos no son buenos
Puede parecer que correr 15 kilómetros por día sea todo lo que necesitas para adelgazar de verdad, pero a veces la clave no está en la cantidad sino en la calidad. Si realizas un entrenamiento más intenso pero con menor frecuencia de seguro obtendrás mejores resultados y tu cuerpo lo agradecerá, ya que el descanso es igual de necesario que el entrenamiento.
La intensidad no es suficiente
Que un entrenamiento sea intenso no significa que tengas que levantar pesas de 5 kg ni que necesites correr a una gran velocidad, sino que combines diferentes tipos de fuerza. Puedes acudir a los entrenamientos de intervalos que incluyen mayor intensidad en menor tiempo y te asegurará de ejercitar cada parte de tu cuerpo adecuadamente.
Otros tipos de ejercicio aeróbico
Además de realizar ejercicios anaeróbicos, es importante que no te cierres solo al correr y consideres otros tales como el spinning o las clases de danza. De esta manera evitarás aburrirte de la rutina y enfrentarás cada entrenamiento con el máximo de energía.
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Todavía no adoptaste hábitos alimenticios saludables
Si practicas mucho ejercicio pero no llevas a cabo ese mismo esfuerzo a tu plato, las probabilidades de que veas cambios son casi nulas. Tal vez no hayas escuchado aún que cuando se trata de bajar de peso, la influencia de la alimentación es de un 70 % mientras que la del deporte es solo de un 30 %.
Por lo tanto, si quieres ver resultados, estos empiezan en la cocina.
Si verdaderamente deseas bajar de peso y que todo el ejercicio que realizas sea efectivo lo mejor será que comiences a variar y reconozcas que has dado tu máximo en cada entrenamiento. No te engañes, presta atención a cuándo necesitas agregar intensidad y comprobar si es suficiente o no. Además, asegúrate de mantener una alimentación saludable y completa si de verdad quieres alcanzar tus objetivos.
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