Tus botones están más rebeldes que nunca y abrochar tu pantalón de siempre se ha convertido en una verdadera odisea. Pues, sí: has subido unos kilitos. Pero, bueno, ¡no es el fin del mundo!, ni el de tu belleza. La oportunidad de disfrutar de una silueta más esbelta siempre está –salvo que incurras en estos errores...
5 cosas que NO debes hacer si has aumentado de peso

#1 Saltearse comidas

Lo que muchas creen: "Si realizo menos comidas, ingeriré menos calorías y, por tanto, bajaré de peso".
La verdad: Esta práctica no hará más que enlentecer tu metabolismo y hacer que adelgazar se convierta casi que en una utopía. Además, desestabilizará tus niveles de azúcar en sangre y te hará más propensa a todo tipo de antojos. ¿Conclusión? ¡Ni se te ocurra dejar de hacer las cuatro comidas diarias! Y, si te da hambre entre ellas, deléitate con alguna fruta.
#2 Castigos mentales

Lo que muchas piensan: "¿Cómo pude haber llegado a este punto? ¡Soy un adefesio!".
La verdad: Primero que nada, unos kilitos de más no te convierten en peor persona. Asimismo, mirarte al espejo y decirte todas esas atrocidades no hará que tu sobrepeso desaparezca por arte de magia. Así que procura tenerte más compasión; diversos estudios han demostrado que este sentimiento facilita los cambios de comportamiento. Por otro lado, tratarte mal solo te hará más vulnerable al hambre emocional.
#3 Pesarse todo el tiempo

Lo que muchas creen: "¡Voy a pesarme todos los días para ver si mi dieta saludable y mi rutina de ejercicio son efectivas!".
La verdad: Pues, no hay nada más alejado de la realidad. Perder peso de forma saludable lleva su tiempo –lo normal es bajar entre 1/2 kilogramo y 1 kilogramo por semana (aunque puede ser más, dependiendo de tu tipo de cuerpo)–. Además, el peso corporal fluctúa de forma constante y depende de muchos factores tales como la cantidad de líquidos que estás reteniendo, la hora del día y tus niveles hormonales. Por todos estos motivos, lo ideal es que te peses por la mañana una vez a la semana. Solo así podrás obtener un buen panorama de tu evolución.
#4 Nada de excesos

Lo que muchas piensan: "Si me mato en el gimnasio, tendré un cuerpo espectacular".
La verdad: La clave es empezar de a poco y ser constante. Eso de comenzar a ir al gimnasio de sopetón no hará más que desestimularte y exponerte a un sinnúmero de lesiones. ¿La solución? Al inicio, dedícate a la actividad física que más te agrade dos veces a la semana. Ve incrementando la frecuencia solo en la medida en que te vayas sintiendo cómoda. Tu cuerpo siempre debe ser tu principal guía.
#5 Enfocarse en la parte vacía del vaso

Lo que muchas dicen: "¡Adiós, papas fritas! ¿Por qué este mundo es tan cruel?".
La verdad: Enfocarse en lo que no deberías comer no te estimulará a cumplir con tu objetivo. Es mucho mejor que te centres en la gran diversidad de alimentos que puedes degustar e integrar a tu dieta. Aunque no lo creas, el mundo de la alimentación saludable también puede ser muy sabroso.
Información recomendada: ¿Tu personalidad afecta tu dieta?
¡No te des por vencida! Un cambio como este supone un gran desafío, pero, la gratificación final es incomparable. ¡Tú puedes!








