3 razones por las que corres y no pierdes peso

Ahora hay muchas mujeres que se han sumado a la "nota" del running. La verdad es que es un ejercicio económico, fácil de hacer, no necesita equipo y lo que sí requiere, es tu disposición y ganas de ponerte a sudar.

El reto es que muchas personas piensan que correr significa que van a bajar de peso inmediatamente y si éste era tu objetivo principal, pero no ves que pasa en tu cuerpo, puedes sentirte que corres sin sentido alguno.

Y claro que el deporte tiene que significar más que números menos en la balanza, pero siempre es agradable sentir que si haces ejercicio, tu cuerpo responde favorablemente.

Si no pierdes ni una libra cuando estás corriendo puede ser por alguno de estos tres factores:

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  #1 No estás corriendo lo suficiente

Quizás no estás corriendo ni tan fuerte  ni tanto como piensas. Claro que vas a sentir el esfuerzo, puedes sentir tu corazón palpitando, tu pecho sudando y tus piernas recibiendo todo el impacto. Pero si corres a una velocidad en que las personas que caminan te pasan de largo, quizás el esfuerzo no es lo suficiente, por más que tu mente te esté diciendo lo contrario.

También puede ser que pienses que una sesión de running es suficiente, o quizás dos. Y si bien puedes esforzarte en ellas, correr sólo dos veces a la semana no hará que las libras desaparezcan de tu cadera. Lo mejor es hacer varias sesiones, por lo menos cinco veces a la semana.

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 #2 No estás quemando suficientes calorías

Si no te estás esforzando tanto, entonces no quemas tantas calorías. Si usas un monitor cardiaco puedes ver que quemaste 300 calorías en tu sesión de running, y ¡hasta te sientas contenta por tu logro! Pero esto puede que no sea suficiente para perder peso. Para perder una libra de grasa debes lograr un déficit de 3500 calorías a la semana. Correr cuatro veces y quemar 300 calorías o menos, no te acercarán a ese número.

Ver también: 5 consejos para corredoras primerizas

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 #3 Te comes lo que corres

Y sobre esta percepción de lo que quemamos cuando corremos, muchos pensamos en que si corrimos y sufrimos tanto, nos merecemos una recompensa. Y es muy fácil "comer" lo que acabas de quemar. Si volvemos al ejemplo de las 300 calorías, si tomas por ejemplo bebidas deportivas cada vez que corres puedes jugarte la carta en contra, bebiéndote lo que acabas de sudar. Y eso pasa con muchas otras comidas y bebidas inocentes que consumes en el día. Lo que tienes que entender es que hacer ejercicio no es excusa para comer todo lo que quieras. 

Ahora que leíste los tres factores más comunes por la que corres y no pierdes peso, intenta hacer los cambios que sean necesarios para lograr tu meta.