La lejía no lo limpia todo (hasta puede manchar algunas cosas). Y si estás rociando el producto directamente sobre lo que quieres limpiar, en realidad estás ensuciando más.
7 errores comunes de limpieza que estás cometiendo y no lo sabes

¿Sorprendida? Nosotras también. Y éstos son solo algunos de los errores comunes de limpieza que estás cometiendo y no lo sabes.

1. No rocíes el producto directamente
El problema cuando rocías el producto directamente es que casi siempre terminas aplicando demasiado, lo que deja un residuo pegajoso al que la suciedad se adhiere.
En su lugar, rocía un paño de microfibra o un trapo. No solo ahorrarás en productos de limpieza, sino que quedará más limpio.

2. No aspires el pelo de mascota
La aspiradora desparrama el pelo de mascota en el aire.
Lo mejor es recoger los pelos visibles con una mopa seca electrostática, y luego utilizar el accesorio varita de la aspiradora para succionar cuidadosamente el resto.

3. No utilices quitamanchas de ropa en alfombras
Si limpia tu camisa, también debe limpiar la alfombra, ¿verdad?
La verdad es que no. Los quitamanchas de ropa suelen ser espesos e imposibles para fregar completamente fuera de la alfombra, y el residuo pegajoso solo atrae más suciedad.

4. No utilices un trapo seco para sacar el polvo a los muebles
Si utilizas un trapo seco para sacar el polvo a los muebles todo lo que harás será agitar el polvo a tu alrededor. Utiliza un paño de microfibra, o un trapo ligeramente húmedo.
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5. No utilices lejía para eliminar manchas de óxido
La lejía en este caso fija más la mancha y e intensifica la decoloración. Lo que sí funciona es el jugo de limón y la sal.
Exprime un limón hasta empapar la mancha, espolvorea sal y deja actuar durante 24 horas. Luego podrás sacar la mancha de óxido.

6. No utilices lejía en acero inoxidable
La lejía tiñe el acero inoxidable, y algunos aerosoles de limpieza puede dejar residuos que opacan el acabado.
Una solución barata pero efectiva es el vinagre y un paño de microfibra.

7. No mezcles lejía con amoníaco
Este es el error más peligroso que puedes cometer.
La lejía y el amoníaco se combinan para producir un gas que puede dificultar la respiración. Debido a que algunos productos de limpieza pueden contener amoníaco (o sus derivados químicos), la lejía sólo se debe mezclar con agua.
Ahora que conoces estos errores comunes de limpieza, seguro que querrás evitar cometerlos. ¡Y cuidado con estos errores en el hogar que pueden enviarte al hospital!



