Las películas de videojuegos son ese placer culposo que todos los gamers tenemos. No es para menos que cuando anuncian la película de nuestro videojuego favorito nos llenemos los ojos de lágrimas pensando que "ésta puede ser la excepción a la regla", mientras nos preparamos para el demoledor golpe con la realidad. Y esa realidad es que las películas basadas en videojuegos, lamentablemente suelen ser un fiasco.
¿Por qué casi todas las películas de videojuegos tienden a ser un fracaso?

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Ejemplos sobran, honestamente: Street Fighter, Doom, The House of the Dead, y la olvidable (y pedimos perdón por recordar este elemento que muchos habrán bloqueado de su memoria) Super Mario Bros.
Mucho por ganar, pero aún más para perder
Para muchos en la industria del cine, tomar un videojuego y adaptarlo a la pantalla grande es un riesgo que mejor no correr. Y es que en estos casos es mucho más lo que hay para perder... Aunque en caso de tener éxito, la satisfacción debe ser enorme. Y bueno, tenemos otros a los que no les importa nada, como Uwe Boll.
El gran problema de los videojuegos es que son algo inmediato, que al mismo tiempo es objeto de adoración por todos nosotros. A diferencia de otros, como los personajes de comics, sus homólogos del videojuego suelen pertenecer a tramas mucho más lineales y específicas, ya que en cualquier historia evolucionamos hasta llegar a un "final".

Tal vez el mayor problema es que los creadores del guión suelen cometer siempre los dos mismos grandes y antagónicos pecados: dejar de lado todo lo visto en el juego con el afán de ser "originales", o meter horas y horas de historia y jugabilidad en una licuadora de 80 minutos de duración.
Lo cierto es que hasta ahora no ha existido esa película que deje contentos a los fans (o al menos a la mayoría), a pesar de grandes presupuestos, actores taquilleros o cualquier intento desesperado por no caer en el montón.
Antes de filmar esto, ¿alguna vez jugaron?
Es la pregunta que todos nos hacemos, y aunque varios directores han confesado ser fans de la saga en cuestión, ver sus películas nos fomentan las dudas.
Seguro al ver este tipo de films has pensado " bah, yo podría haberlo hecho diez veces mejor", incluso aunque no seas fan acérrimo y sólo hayas dedicado algunas horas a jugar el videojuego. Y probablemente sea cierto, ya que abundan los foros donde simples gamers proponen guiones (algunos bastante elaborados) para películas de este estilo. De hecho, hasta algunos van más allá y arman el casting de actores, que suelen tener un enorme parecido con los personajes a retratar, como en el caso de este fan-cast de The Last Of Us. Y es más, seguro te hayas cruzado con algún cosplay más pensado que el vestuario de algunas películas...
Por si fuera poco, un hecho no menor es que seguramente tú ya diste vida a ese personaje, y conoces qué opciones tiene ante determinados eventos, por lo que notarás que la elección del guión no siempre podrá ser la mejor.
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Una escena de 10 minutos a pura acción contra un determinado enemigo podría sucederse de un " lo hubiera matado en un segundo si hubiera hecho..." o " si hubiese usado el arma...". Y es un argumento irrefutable, porque ya has visto que puede hacerlo.

Para peor, existen juegos donde la libertad es total en cuanto a la acción, y que incluso se enfocan sólo en eso, dejando a las películas la posibilidad de "contar el origen detrás del personaje", cosa que no siempre genera adeptos a la idea.
Resultados no tan cuidados
Tal vez sea sólo una cuestión de tiempos, tanto el que se le dedica a un personaje (o una trama) en una plataforma o en otra - donde claramente un videojuego otorga mucho más que lo que cabe en una película - o el tiempo de producción de los films, tratando de aprovechar la salida (y el famoso " hype") de secuelas que levanten la taquilla, y agolpen público en los cines.
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Es sencillo encontrar casos a la inversa, donde una película exitosa acapara el mercado y lógicamente los videojuegos no escapan. Y podemos ir desde los exitosos GoldenEye 64 o Star Wars: Knights of the Old Republic, hasta el vomitivo pero famoso E.T. The Extra-Terrestrial. Sin embargo, en muchos de los títulos siempre parece que faltó un poco más de trabajo, ya sea en mantener el guión coherente con el videojuego, desarrollar más y mejor los personajes a lo largo de la trama, o el motivo que fuere.
A veces el arte utilizado difiere con el que conocimos para el videojuego. Para algunos títulos, el live-action (películas con actores reales) no es la mejor opción, y es mejor dar paso a la tecnología CGI (como en la atrapante Final fantasy VII: Advent Children o las Resident Evil: Damnation y Degeneration - respetando gráficamente lo que vemos en las consolas), o por qué no los viejos y queridos dibujos animados, si corresponden.
En el peor caso, con esta sucesión de errores se estigmatiza con pésimas películas a grandes franquicias, miedo que tienen por ejemplo los creadores de la saga GTA.
Esperemos que las películas anunciadas a futuro sobre esta temática puedan demostrarnos que no todo está perdido, y que ver una película exitosa basada en un videojuego no es una de las tantas utopías gamer.



