Este es el deporte que los príncipes William y Harry deben dominar para mantener la paz en el reino

Los deportes a los que los miembros de la realeza británica son aficionados tienen mucho que ver con su historia y linaje. Más allá de ver en el fútbol, el polo y las carreras de caballos como un simple hobbie, existe un deporte en el que además encuentran gran parte de su identidad política: el críquet.

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En el documental En pocas palabras de Netflix existe un capítulo dedicado a este deporte de origen inglés. Se especula que surgió en el siglo XVII, pero otros expertos en deportes como Jarrod Kimber citan que tiene su origen en la realeza del siglo XIV gracias al Príncipe Eduardo de Nawenden.

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La mecánica del juego involucra unos bats hechos de madera de sauce, una pelota de cuero, una especie de portería pequeña de 3 postes y 2 equipos de 11 miembros cada uno.

Es una versión más compleja de béisbol: mientras que un equipo batea en los extremos de un campo oval, el otro equipo tiene 6 lanzamientos por ronda para intentar sacarlos del campo. Cuando los 11 miembros del equipo bateador inicial quedan fuera, los equipos cambian de lugar. Al final contarán las anotaciones que hagan en las porterías pequeñas del centro.

Desde luego es un juego largo (solían durar hasta 5 días con sus respectivas pausas), tenían que batear todos los miembros y cumplir con el número de tiros en su totalidad, pero por fortuna en la actualidad se han diseñado versiones reducidas de la jornada.

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El críquet es frecuentemente visto como presuntuoso y complejo, pero en contexto histórico ayudó a Inglaterra a limar asperezas con sus antiguas colonias, por lo que hoy en día es básico que los representantes de la familia real se entrenen en él y acudan a las copas mundiales en honor al juego, en especial los más jóvenes y populares de sus miembros: los príncipes William y Harry.

La historia de este deber real comienza luego de que India se independizara de Reino Unido en la década de los 50, las relaciones diplomáticas entre ambos países se mantuvieron tensas hasta que las comunidades indias conocieron el críquet a mediados de los años 60 y les encantó.

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Perfeccionaron tanto sus juegos y diseñaron tan bien sus equipos, que finalmente la Selección India de Críquet fue invitada de honor a la primera copa mundial de este deporte en Inglaterra.

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En 1983 India logró llevarse la Copa de estos juegos a casa y bajo la percepción cultural, según el historiador Mihir Bose, fue una especie de "venganza" por parte de los indios. El hecho de haberle ganado a Inglaterra en sus propias tierras y en su propio juego creó un impacto cultural positivo en India. Hoy día, el críquet es considerado el deporte nacional para miles de indios y es, al lado de Bollywood, una prometedora industria de entretenimiento.

Para Brian Lara —jugador profesional de críquet de las Indias Occidentales (antiguas tierras inglesas)— es fundamental la relación del críquet con la realeza británica:

«La percepción de que finalmente pudiéramos ganarle en algo a los ingleses emocionaba hasta a mi madre (...) ella no entendía muy bien los partidos, pero le emocionaba ver el marcador».
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El hecho de que Inglaterra hubiera sido conquistador y represor por años y de que de pronto tuviera algo diseñado por los mismos ingleses en los que sus antiguos colonizados salieran triunfantes, ayudó incluso a la economía de los países, según Mihir Bose.

«El optimismo contra las probabilidades nulas de triunfar en un juego que no se conoce, motivó a la comunidad india a entablar nuevas relaciones comerciales y a ser más abiertos con otros países del mundo».
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En la cara de la Inglaterra moderna, la realeza se muestra dispuesta a negociar y a entablar mejores relaciones con sus antiguas colonias. Acepta de buena gana "jugar" al críquet, tomar el té en las pausas y charlar sobre diplomacia después del juego. No hay lugar para el resentimiento en las nuevas generaciones de monarcas.

William y Harry tienen la responsabilidad de, por lo menos, conocer las diferentes leyes del críquet a profundidad. Si se involucran es aún mejor y en este aspecto, es Harry quien suele mostrar más dominio del deporte.

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