Soy de las que le gusta tener algo para picar durante todo el día y por eso estas galletas saladas me parecieron una excelente idea para poner manos a la obra y cocinar algo práctico y súper gustoso. Además, estas galletas son perfectas para disfrutarlas durante el desayuno, la merienda o durante cualquiera de tus comidas. Guárdalas en un recipiente hermético y disfrútalas durante toda la semana. ¡Te aseguro que serán un éxito en tu hogar!
Galletas saladas para todo momento

Ingredientes:
2 tazas de harina
3 cucharaditas de polvo para hornear
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de sal, dividida
6 cucharadas de mantequilla sin sal (fría) + 3 cucharadas de mantequilla sin sal (derretida)
2 cucharadas de aceite vegetal
2/3 taza de agua
Preparación:
Precalienta el horno a 190ºC. Coloca la harina, el polvo de hornear, el azúcar y ½ cucharadita de sal en un procesador de alimentos. Combina bien. Agrega la mantequilla fría de a poco y pulsa para combinar bien. Luego agrega el aceite vegetal y combina nuevamente.
Ve agregando el agua de a poco y mezcla luego de cada adición. Estira la masa hasta que quede lo más fina posible. Utiliza cortadores de galletas para cortar la masa. Luego, para que la masa se hornee correctamente, toma un tenedor y haz agujeros en las galletas (puedes crear el diseño que más te guste).
Hornea las galletas en una bandeja forrada con papel pergamino (durante unos 10 minutos). Mientras tanto derrite la mantequilla restante y mezcla con el resto de la sal. Cuando las galletas estén doradas cepíllalas con esta mantequilla salada.
Si lo deseas puedes agregarle más sal.

