La costa norte de Colombia tiene un destino turístico estrella indiscutible: Cartagena de Indias. Pero hay un lugar “interactivo” y por demás interesante que vale (y mucho) la pena animarse a conocer: el volcán Totumo.
Este volcán de lodo se encuentra a unos 60Km. De la ciudad de Cartagena, camino a Barranquilla. No es un lugar muy señalizado en la carretera, así que hay que prestar atención (incluso preguntar en algún poblado qué tan cerca estamos) para no pasarse de la entrada. Claro que si contratan un tour desde la ciudad, las preocupaciones son nulas.
Generalmente puede conseguirse información sobre tours en las recepciones de los hoteles. Incluso pueden preguntar cómo ir en transporte público, ya que es posible. Eso si, antes de salir, no se olviden el traje de baño (ya sabrán para qué).
Desde la carretera principal, hay que recorrer una distancia no muy grande hasta llegar a la base de este pequeño volcán, situado al pie de la Ciénaga del Totumo. Alrededor de la base todo es lodo, así que a caminar con paso seguro. Después de pagar una contribución con dudoso destino, se suben las escaleras (agarrándose bien, que hay peligro de resbalarse) y se llega al cráter.¿Se acordaron de ponerse el traje de baño? ¡porque llegó el momento de nadar en el lodo!
El cráter tiene una profundidad de más de 3Km, pero a no preocuparse, que no se van a hundir. Es prácticamente imposible (no sabría explicar por qué), y por más que te esfuerces no podrás hundirte más allá de los hombros. La sensación es algo muy similar a estar flotando en el espacio. No es que haya estado en el espacio alguna vez, pero la dificultad de controlar el cuerpo y su inclinación varía entre lo cómico y lo desesperante: a veces las piernas quieren salir y vamos a vernos inminentemente con la cara hundida en el lodo.
Además de divertido, el lodo tiene una gran cantidad de minerales que favorecen a la piel y el cabello. De hecho, hay gente que te ofrece unos masajes improvisados dentro del cráter por una propina.
Si bien el clima de la zona es de intenso calor, y teniendo en cuenta que el volcán está bajo los rayos del sol todo el día, el lodo debajo de la superficie está a una temperatura más fresca, por lo que se puede estar por horas y no sufrir las altas temperaturas.
Al salir, bajamos otras escaleras con mucha, mucha precaución (ahora somos lodo caminando) y nos dirigimos a la ciénaga a bañarnos y quitarnos la mayor cantidad de lodo posible. Es mejor resignarse a la idea de que no podremos quitárnoslo todo.
¡Una experiencia divertida apta para toda la familia!