El Gran Valle de Caldera ( Long Valley Caldera) está ubicado dentro del Condado Mono, entre las Montañas Mammoth y la Glass Mountain (llamada así por la gran cantidad de cristal de obsidiana que contiene), en California, Estados Unidos de Norteamérica, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar en dirección este oeste (hacia donde va subiendo hasta llegar a los 2.600 metros). Mide treinta y dos kilómetros de largo por dieciocho de ancho.
Un valle muy antiguo
Su edad geológica corresponde a 760.000 años, cuando una enorme erupción volcánica arrojó ceniza muy caliente que luego se enfrió dando origen a un tipo de formaciones, muy comunes en el área, denominadas Bishop tuff; la explosión fue tan colosal que la cámara de magma fue vaciada al punto de colapsar.
El colapso mismo provocó una segunda erupción piroclástica aún más prolongada que arrasó miles de kilómetros cuadrados, quedando vestigios de ella sobre la Sierra Nevada y en el curso del Río San Joaquín, mientras que el viento dispersó parte de las cenizas hasta una distancia de cuarenta kilómetros, llegando hasta Nebraska y Arkansas.
El Gran Valle es en sí una depresión (dada la elevada altura de las tierras circundantes) de alrededor de novecientos metros de profundidad, la cual corresponde a la boca de un volcán inactivo actualmente, encerrada por tres lados por cadenas montañosas aunque abierta al sudeste, hacia donde va descendiendo, hasta llegar a los ciento cincuenta metros.
Cerca del centro de la descomunal caldera hay un domo resurgente formado por un levantamiento de magma, pero la misma está cristalizada y no hay indicios de que pueda volver a derretirse.
Montañas, lagos y arroyos
Las montañas de los alrededores son domos superpuestos que se fueron formando en sucesivas erupciones hace decenas de miles de años. Los Cráteres de Mono-Inyo se extienden a lo largo de cuarenta kilómetros desde esas montañas hasta la orilla norte del Lago Mono, y aunque ellos conservan algo de actividad el subsuelo ya no tiembla.
Sí produce energía geotermal por lo que se han incrementado los centros de aguas termales que atraen a miles de visitantes.
De las aguas del Río Owens que llenaron alguna vez la caldera, queda como remanente el Cañón del Río Owens que mide unos 16 kilómetros de largo y es un lugar al que llegan cientos de escaladores cada año. Y de los glaciares que hubo en la zona, pueden verse aún las prominentes morenas del Arroyo Laurel, del Arroyo Convict y del Arroyo McGee.
Las actividades turísticas son tantas y tan variadas allí que nadie se siente defraudado, se puede esquiar en invierno en las Montañas Mammoth o practicar ciclismo en el verano; sumergirse en el agua cálida en Hot Creek, pescar, navegar, pasear en vehículos todoterreno por Sherwin Range o simplemente realizar senderismo en medio de increíbles paisajes, rodeados de una naturaleza desbordante.
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