¿Tu hijo ya está aprendiendo los colores? Genial porque podrás ayudarle a reforzar esos aprendizajes que parecen mágicos. A partir de los dos años el niño empieza a utilizar los colores para describir objetos y para expresar sus gustos: "mi pantalón marrón"; "a mí me gusta el verde".
Aprender los colores un proceso complejo ya que no sólo consiste en identificar el color, sino además deberá asociarlo a la palabra correspondiente. ¿Quieres ayudar a tu hijo en este proceso de aprendizaje de los colores? ¡Claro que sí!
Experiencia e imitación
Tu hijo va aprendiendo gracias a la maduración perceptiva y cognitiva, pero también y sobre todo gracias a su socialización. De este modo también los niños aprenden los colores, además de muchas cosas. La observación de su entorno y de las personas es imprescindible.
Observará los colores y también como las personas los nombran, con lo que también aprenderán a relacionar los colores con su nombre. Con esta imitación puede que al principio no comprenda del todo bien qué quiere decir cuando escucha asociar una palabra a un color, siendo lo más probable que lo repita por imitación.
Poco a poco y gracias a su experiencia y maduración podrá interiorizar los conceptos acerca de los colores y por supuesto también, del mundo que le rodea.
Ayúdale a su aprendizaje
Aprender los colores es algo muy importante para la vida y si tu hijo está escolarizado seguro que en la escuela ya los está trabajando, pero seguro que desde casa podréis reforzar estos aprendizajes jugando juntos.
A continuación te presento algunos divertidos consejos para reforzar el aprendizaje de los colores en casa:
- Llama a las cosas por su nombre y por su color y pregúntale después. Por ejemplo: "Esta mandarina es naranja" ¿De qué color es la mandarina? ¿Qué es naranja?
- Regálale cuentos para colorear y que empiece a pintar con normas: "Pinta la camiseta azul y los pantalones negros".
- Emparejad calcetines del mismo color.
- Enséñale como al mezclar colores puede crear nuevos y muy bonitos.
El color mientras pinta
Cuando tu hijo esté pintando que no te extrañe que tu pequeño artista pinte el cielo verde, rojo o morado, por ejemplo, o el césped naranja. Recuerda que el pensamiento fantástico dura hasta los 4 años, no significa que no distinga los colores sólo que lo imagina así y así le gusta más.
También puede elegir uno u otro color dependiendo si le gusta o le disgusta pintar. Si le resulta divertido seguro que elegirá mucho más colores (entre ellos rosas, verdes, naranjas), mientras que si le aburre y no tiene ganas de pintar pintará con un solo color y para acabar antes (negro, marrón o rojo seguramente).
Ya verás que su aprendizaje será como algo mágico que está sucediendo en su mente además celebrar sus avances siempre es motivo de alegría. Además, recuerda que tu apoyo es su más fuerte motivación en cualquier aspecto de la vida.