La vida de los planetas y satélites del sistema solar nunca fue fácil. La cantidad de materia que quedó suspendida alrededor del Sol tras la formación de nuestro entorno tal y como lo conocemos hoy ha provocado millones de impactos entre cuerpos. De hecho, incluso la Tierra chocó con un planeta llamado Theia, del tamaño de Marte, hecho este que provocó la formación de la Luna. Ahora bien, si hay un lugar surgido de una gran colisión que llama la atención en nuestro sistema solar, ese es el Crácter Herschel, en el satélite Mimas, orbitando alrededor de Saturno.

De chicos nos enseñaron que el sistema solar tenía 9 planetas y de grandes nos explicaron por qué eso estaba mal. Los científicos «expulsaron» a Plutón y nos enseñaron que, en realidad, nuestro sistema solar está compuesto por 8 planetas: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Desde que la sonda New Horizons llegó a Plutón y comenzó a enviar imágenes de aquel peculiar sistema planetario, los descubrimientos y sorpresas no han dejado de acontecer a medida que llegan nuevas informaciones. La última es de dos cráteres mellizos en la superficie de Caronte, la luna más grande. Lo curioso es que ambos, cercanos entre sí, son exactamente iguales por fuera, pero con una composición totalmente distinta por dentro. Han sido bautizados de momento como Organa y Skywalker, nada extraño dada la proximidad del estreno de la séptima entrega de Star Wars.

Las Centuari, tanto Alfa como Próxima, son las dos estrellas más cercanas a nuestro Sistema Solar, estando a una distancia de apenas 4 años luz. Además, en 2012 se encontró un posible planeta orbitando alrededor de la primera estrella antes citada, Alfa Centauri. Sin embargo, no solo no se ha podido confirmar la existencia de este mundo, además, ahora se cree que podría haber como mínimo, uno más.

El Sistema Solar, ¿nueve planetas? ¿Ocho? ¡Bah, pobre Plutón! Considéralo un planeta por el momento y fíjate si puedes identificar correctamente a los nueve solo por su fotografía.

Una de las construcciones clásicas más misteriosas de la historia de la humanidad es, sin lugar a dudas, el Hierothesion de Antíoco I en el monte Nemrut Dag. Este peculiar edificio data del siglo I antes de la Era Común y se encuentra ubicado cercano al corazón de Turquía, en la linde de Europa con el continente de Asía. O lo que es lo mismo, las tierras que antaño fueron la floreciente civilización de Mespotamia. Pero lo más enigmático y fascinante de este mausoleo es su dedicación a las estrellas y los símbolos cosmológicos.