Se dice que las últimas palabras del filósofo y economista alemán Karl Marx fueron “¡Vamos, salgan! Las últimas palabras son para idiotas que no han dicho lo suficiente”.

El último fin de semana de mayo todavía tiene guardados algunos de los estrenos más importantes y esperados del mes, tales como Maleficent, protagonizada por Angelina Jolie y basada en la legendaria villana de Disney, y A Million Ways to Die in the West, la nueva comedia de Seth MacFarlane (Ted) que cuenta con un gran elenco y presumiblemente con el humor irreverente que es su marca registrada.

La película Alien fue estrenada en 1979 y rápidamente se convirtió en un éxito. Si lo analizamos detenidamente, la tecnología con la que están creados estos seres extraterrestres era bastante avanzada para los años 70, a tal punto que todavía tiene una vigencia absoluta. Y si pensamos en el diseño de los aliens, automáticamente debemos tener presente a H.R.Giger, su creador, quien falleció el día de ayer, a los 74 años de edad.

Si bien este tipos de listas suelen despertar encendidas pasiones en el mundo cinéfilo, cuando aparecen no dejan indiferente a nadie que ame el séptimo arte. La reputada revista Sight & Sound, publicación del British Film Institute, realiza una encuesta cada 10 años entre los mas importantes críticos del mundo para establecer el canon cinematográfico de la próxima década.

Hasta los espectadores más escépticos disfrutan de las películas de viajes en el tiempo, principalmente porque cada una tiene sus reglas particulares, sus ideas transgresoras y, básicamente, sus maravillosas ejecuciones en la pantalla grande. Ya sea de acción, comedia, o mismo un thriller de primera, una película de este tipo garantiza grandes momentos en la historia del cine. Hoy hacemos un repaso por las mejores películas de viajes en el tiempo.

Nada ha aprendido el cine de películas alarmistas como I Robot. Transcendence es la película que la década de los ’90 necesitaba, una paranoia comparable al caos público del Y2K, con un guión que parece haber sido escrito por un hombre cuyo iPhone le dio accidentalmente una descarga eléctrica.