Hace casi dos años despedimos a la temporada 4 de Sherlock que, sin dudas, estuvo llena de emociones. Descubrimos muchos secretos de la familia Holmes que nos dejaron con ganas de ver más de esta serie que nos acostumbró a temporadas de pocos episodios, de larga duración.

Para estas alturas es casi innecesario presentar a Sherlock (2010), la serie británica que adaptó, de manera libre y ambientándose en la época actual, algunos de los relatos de sir Arthur Conan Doyle en torno al más grandioso detective de la historia, Sherlock Holmes.

Por más que ya hayamos visto muchas versiones del mítico detective Sherlock Holmes en el cine y la TV, la serie de la BBC estrenada en 2010 y protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, ha logrado llamarnos particularmente la atención.

Desde la primera temporada de Fargo, hemos podido disfrutar una serie de guiños por parte del creador del programa, Noah Hawley. ¿De qué manera? Dejando señas claras de los trabajos de los hermanos Coen, que con sus películas han marcado hitos en la cultura popular.

No se necesitan demasiadas razones para comenzar a ver Fargo: Minnesota, Estados Unidos. Carreteras nevadas. Pequeños pueblos donde todo el mundo se conoce. Es como todos sabemos: «pueblo chico, infierno grande». Listo, con eso ya me convencieron. Sin embargo si esto no es suficiente para ustedes, a continuación voy a contarles mis razones por las que ustedes también deberían hacerlo.

Después de un par de años sin nuevos capítulos, salvo el extraño y dislocado especial The Abominable Bride, Sherlock volvió en este 2017 con una nueva temporada que, tal vez por la gran expectativa que había acumulado la larga espera, no dejó satisfechos a todos sus fans.