La detención de niños migrantes centroamericanos no acompañados que piden asilo vuelve a colocar la política migratoria de Obama en el banquillo de los acusados.

Miles de cónyuges, hijos y padres indocumentados de residentes legales, y también de ciudadanos, podrán pedir perdón en EEUU antes de salir del país para hacer el trámite consular.

En espera de una decisión oficial del gobierno colombiano, un grupo de dos mil cubanos permanece en el pueblo de Turbo, Colombia, soportando condiciones adversas.

El inmigrante indocumentado está casado con una ciudadana y recibió un perdón especial por la angustia que les provocaría la situación.

Elva Bernal, de 53 años de edad, una mexicana que ha vivido por tres décadas en EEUU sin poder legalizar su situación migratoria, está a las puertas de la deportación por causa de un delito que cometió en el 2015.

El beneficio migratorio forma parte de las acciones ejecutivas que el presidente Obama anunció el 20 de noviembre de 2014 y que incluía los programas DAPA y DACA, frenados por los tribunales.