Muchos dicen que el sentido del humor es uno de los signos de la inteligencia y, si así lo asumimos, varios científicos, artistas y otras personas con probados dones intelectuales lo han demostrado.

La genialidad puede cultivarse desde pequeños, y en el caso de estos chicos, ayuda a salvar personas y mejorar nuestra calidad de vida. Los jóvenes pueden ser muy ingeniosos cuando se lo proponen, y estos ejemplos de inventos hechos por adolescentes te convencerán de que así es.

Stephen Hawking no solo es uno de los científicos más prestigiosos y reconocidos en actividad, sino también (y cada vez más en los últimos años) una figura reconocida y apreciada por todo el mundo, un ícono cultural cuya presencia e influencia se extienden mucho más allá de la comunidad científica, una especie de celebridad mundial.

Neil DeGrasse Tyson es uno de los mejores divulgadores de conocimiento científico que he visto en los últimos años, y esto se debe a su facilidad para explicar fenómenos realmente complejos. No es el caudal de conocimiento concreto lo que hace a DeGrasse una referencia para las masas (que sin duda, lo tiene) sino su lógica aplastante e impecable manejo de la retórica.

Una noción que más o menos todos conocemos es que la genialidad y la locura están profundamente relacionadas.

Se dice que la creatividad y la locura son como hermanas. Quizás la genialidad demande tanto de una persona que acabe alterando otras áreas de su existencia. Lo cierto es que, a lo largo de la historia de la ciencia, muchas personas de gran ingenio y sabiduría han enfrentado diversas condiciones mentales y trastornos de personalidad que les han dificultado considerablemente la vida en sociedad, siendo sometidas a estigmas.