Bueno, ya no sé cómo empezar esto, no me está gustando lo que estoy viendo, no me parece malo, pero tampoco es grandioso, van tres capítulos desde el regreso de The Walking Dead y no pasó nada. No se compara con el nivel que tuvimos en la primera parte, sé que voy a tener muchos detractores por esta opinión, pero mi apreciación está basada justamente en aquello que todos compartimos, que es el fanatismo que tenemos por The Walking Dead, por lo tanto será subjetivo.

Este episodio 10 de The Walking Dead me gustó, pero siento que hay algo que no me termina de cerrar, no es como en la primera parte de esta temporada donde parecían de 20 minutos; de todas maneras la serie sigue adelante con muy buenas perspectivas, a pesar de que todavía no se fue el showrunner que la llevó al éxito Glen Mazzara, no sé por qué pero ya siento algunos cambios.

La serie de zombis más conocida de la televisión está de vuelta. Muchos de nosotros nos quedamos con ganas de saber qué les ocurría al grupo de supervivientes liderado por Rick. Parece que los estadounidenses han debido de pensar algo parecido porque la vuelta de la ficción en la mitad de su tercera temporada se ha saldado con un nuevo record de audiencia.

La confirmación de la temporada 3 de The Killing llegó luego de meses de negociaciones que determinaron, entre otras cosas, que se maneje una probable división de los costos de producción entre la cadena AMC y otros servicios como Netflix.

No es culpa del episodio 10 de la tercera temporada de The Walking Dead, es solamente mía por las grandes expectativas que tenía sobre él, pero tampoco sé qué me esperaba, ya que continúan con la trama que quedó antes del intervalo, que ya era más que interesante, y encima siguen avanzando sobre los recién llegados. Como les dije el capitulo es muy bueno, el problema fueron mis expectativas.

Pocas series despiertan tantas opiniones encontradas como Mad Men: muchos la consideran una obra maestra de la televisión contemporánea, un excelente retrato de una época muy particular, dotado de una historia cautivante, bien contada y brillantemente escrita, con personajes complejos y dinámicos (todo cierto, si me preguntan), mientras que otros la consideran lenta, aburrida y sobrevalorada.