A unos pocos años luz de nosotros, que nos encontramos cómodamente sentados (tú leyendo y yo escribiendo), se ubica un gigantesco agujero negro supermasivo del con más de dos millones de veces la masa del Sol.

A pesar de tener la Vía Láctea alrededor nuestro —o mejor dicho, estar nosotros en su órbita—, la Astronomía tiene unas cuantas interrogantes pendientes acerca de la naturaleza de nuestra galaxia. Una de ellas es la naturaleza de su centro, su ojo, un misterio que ha estado vedado para el conocimiento científico… hasta el presente.

Los agujeros negros son un tema que de un tiempo a esta parte ha ocupado especialmente a los científicos. Nuevos descubrimientos nos ayudan a ensanchar la frontera de la ciencia en un tema que está a medio camino de encontrar su explicación y comprender su comportamiento.

Esta es la imagen que ha sido difundida por la NASA

El universo es un mundo plagado de interrogantes, del cual conocemos una ínfima e insignificante parte de tan sólo uno de sus inconmensurables pedazos. Entre los fenómenos sin respuesta que este infinito esconde se encuentran los rayos cósmicos, un suceso que se negaba a develar sus secretos, hasta ahora.

Reconstrucción artística de un agujero negro