'Niño delivery': trabaja haciendo encargos para ayudar a su familia y lograr su sueño de llegar a las Grandes Ligas
Cuando la pandemia del coronavirus dejó sin trabajo a su padre y al darse cuenta que el sueldo de su madre como ayudante médico no alcanzaba para mantener a su familia, Samuel Cardona decidió ponerse a trabajar en su comunidad pero sin dejar de lado el más grande sueño de su vida: llegar a las Grandes Ligas del Béisbol.
Samuel Carmona, de 12 años, entrena todos los días a pesar del cansancio. Busca llegar a las Grande Ligas, pero para ello necesita ayuda para costear sus estudios y seguir practicando el béisbol.
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Todos los días, Samuel Carmona está al pendiente de que uno de sus vecinos en Manoguayabo,
Santo Domingo grite su nombre. Y cuando eso pasa deja todo lo que esté haciendo y toma su bicicleta para salir lo más rápido posible para cumplir con su trabajo,
pero también para seguir acercándose un poco más a sus sueños.
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A sus
12 años, este dominicano tiene claro que para salir de la pobreza y para ayudar a sus padres debe trabajar arduamente, sin dejar de lado su más grande anhelo de
emular a su paisano Pedro Martínez y llegar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas del Béisbol.
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Por eso, entre las calles polvorientas, Samuel ya se hizo famoso a tal grado que le llaman "niño delivery". La operación es sencilla: los vecinos salen, gritan su nombre y él recibe la lista de lo que desean antes de ir a los establecimientos y volver con los productos en la mochila que siempre carga en su espalda. Este trabajo, por cada entrega, le representa unos
50 centavos de dólar. “ Normalmente hago unas 10 entregas”, dice en voz baja un tímido Samuel.
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Este trabajo es bien valorado por sus vecinos, que no solo agradecen la labor que hace por ellos, sino que admiran las ganas de salir delante de este
niño que tiene unas ganas enormes de que su vida de un vuelco y pueda ayudar a su familia.
“Es increíble porque no solo nos ayuda, sino que se mantiene ocupado y lo aleja de estar haciendo cosas malas”, dice Charlie Ventura, vecino del pequeño.
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Las ganas de Samuel por cambiar su vida comenzaron con la ebullición de la pandemia del
coronavirus, misma que provocó que su padre perdiera el trabajo y que lo que ganara su madre como ayudante médico no fuera suficiente para el sustento de su familia.
Sin embargo, al principio decidió no hablarlo con nadie y simplemente ayudar.
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“Me di cuenta un día que llegué del trabajo y me contó que a veces
lo mandaban los vecinos a hacer algunos encargos”, dice su madre orgullosa Luz María García.
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Sin embargo, a pesar de que ha descubierto un talento innato para llevar productos en tiempo récord a la gente que lo necesita,
Samuel pierde toda timidez cuando está dentro de un diamante de béisbol y, sobre todo, en la lomita. Allí, desde donde quiere emular a Pedro Martínez.
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“Mi sueño es ser pelotero y llegar a las Grandes Ligas”, dice fuerte, claro y con los ojos bien abiertos Samuel, que desde que comenzó a jugar
maravilló a propios y extraños con sus cualidades atléticas, pero además con una actitud que muchos creen que será su trampolín para una vida mejor.
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“Se acercó a mí y me dijo que era de
escasos recursos. Lo acepté en la liga y su actitud es ejemplar.
Sin duda alguna para mí puede llegar a ser beisbolista profesional”, dice su entrenador Máximo de León.
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Así pasa sus días: en la mañana es 'el niño delivery' y por las tardes se convierte en un niño que sueña con entrar a una academia prestigiosa de béisbol
para profesionalizar sus cualidades y para poder completar sus estudios.
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Mientras tanto, Samuel sigue despidiéndose todas las mañanas de su madre en la puerta de su casa para cumplir con su trabajo y seguir trabajando por sus sueños,
esos que lo harán profesional y sacarán de la pobreza a su familia.