Durante la noche del pasado viernes, Douglas Koon decidió trasladar en su casa móvil a toda su familia -su esposa y sus tres hijos- hasta la casa de su suegra en Dawson Springs, Kentucky para tratar de resguardarse del tornado que afectó a la región.
“Ha sido lo más traumático por lo que he pasado”: Muere una bebé herida durante un devastador tornado
Luego de que se le detectó una hemorragia interna, los padres de la niña de 2 meses, decidieron retirarle el soporte vital que la mantenía con vida. "No quería verla sufrir más de lo necesario", dijo el papá de la menor.

Sin embargo, para mala suerte de Koon, toda la familia fue azotada de manera feroz por el tornado mientras estaban escondidos en el baño. “Fue como si estuvieras siendo arrojado como una muñeca de trapo”, le dijo a la cadena KHOU.
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Luego de sentir que era golpeado constantemente “por una pelota de béisbol repetidamente”, mientras escuchaba que todo alrededor crujía, él y toda su familia quedaron enterrados bajo escombros frente el otro lado de la calle. Allí, un vecino lo ayudó a sacarlo para después entre los dos rescatar al resto de sus seres queridos.
En esas labores, mientras el vecino intentaba buscar ayuda en medio de carreteras llenas de escombros, Koon descubrió que tanto su suegra -que tenía un corte profundo- como sus hijos mayores iban a requerir la presencia de los servicios de emergencia a la brevedad.
Mientras que Bentley, de 11 años y con autismo, tenía algunos golpes, Dallas, de 4, tenía una hemorragia en la cabeza, que no pondría en peligro su vida luego de ser atendido en Indiana.

Luego de sentir un poco de paz por haberlos encontrado con vida, Koon puso toda su atención en Oaklynn, su pequeña bebé de dos meses, a quien encontró solo con algunos cortes y rasguños, aunque también fue llevada al hospital para ser revisada.
Una vez en el centro médico, los resultados de los estudios realizados terminaron de darle la paz anhelada a Koon, quien sintió un alivio al ver cómo su bebé no corría ningún peligro. Unas horas después, todo cambiaría de forma radical.
Fue la esposa de Koon, Jackie, quien se dio cuenta que su pequeña bebé estaba haciendo ruidos extraños, por lo que alertó a los doctores. La segunda ronda de estudios determinó que Oaklynn padecía una hemorragia interna, por lo que fue trasladada de urgencia a Louisville.
Con el transcurso de las horas, el estado de salud de la bebé fue empeorando, hasta que la hemorragia interna le provocó una lesión cerebral y los doctores le confirmaron a la familia que, en el mejor escenario, la pequeña tendría muerte cerebral por el resto de su vida, aunque si la hinchazón de su cerebro no se detenía, simplemente moriría.
“No se ve bien, chicos. Las máquinas la mantienen viva (…), así que ahora tendremos que tomar una decisión”, escribieron el pasado domingo los padres de Oaklynn en una publicación de Facebook.
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Tras horas de angustia, Koon y su esposa decidieron retirarle el soporte vital que mantenía con vida a su bebé, por lo que fue declarada muerta durante la madrugada del lunes. “Ha sido lo más traumático por lo que he pasado”, dijo el padre de la menor.
"No quería verla sufrir más de lo necesario (…) y estoy agradecido de haberla tenido por lo menos dos meses; era la bebé más linda de todos los tiempos, con la sonrisa más grande y los ojos más hermosos”, le dijo Koon a la cadena.
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